Si el running bien entendido y bien hecho forma parte de los hábitos saludables, deseables para cualquier persona, es curioso que todavía carezcamos del empuje necesario para popularizarlo entre nuestros menores. Es cierto que no tiene el componente divertido de los deportes en equipo pero no lo es menos las satisfacciones que provoca y el trabajo en grupo que se puede llegar a desarrollar. Si bien vivimos la fiebre del running en una media de edades que rondan entre los treinta y cuarenta años, por debajo de estas, el número de corredores desciende en un porcentaje elevadísimo.
Esto no sucede con otros deportes, como puede ser el deporte rey. En el fútbol ocurre el fenómeno completamente contrario, aunque este da para todas las edades, son mucho más los junior frente a los seniors.
La obligación y el compromiso es nuestro. Algunos empezamos en el atletismo, en muchas de sus variantes y era realmente divertido. Saltos de longitud, vallas, cross, pista con diferentes distancias…reconozco que fue un gancho perfecto para culminar corriendo maratones.
Porcentualmente, todavía contamos con pocos federados y clubes de atletismo entre los jóvenes. Adecuándolos a las distancias oportunas para cada edad, estos deberían ser el germen para futuros runners que pueden concebirse desde la infancia.
Se nos pasa por la cabeza apuntar a nuestros menores al fútbol, a clases de tenis, de baloncesto, a mil tipos de extraescolares… pero a veces lo más sencillo y lo más económico, puede ser lo más recomendable.
Si la musculación gana muchos adeptos entre los adolescentes, entiendo que por un tema más estético y de fortaleza, sería oportuno ir introduciendo a nuestros hijos las bondades del mundo del running. Si les acompaña a lo largo de su vida, estoy seguro que les aportará virtudes físicas y psíquicas de inigualable valor.
Aunque no es mi caso, si conozco muchos frutos de padres corredores, que han salido grandes atletas y es que hasta las pasiones se heredan.
Para el próximo cumple del chic@, zapatillas de running y a trotar con papá!
Eso sí, no es necesario que les compréis las de 140€ para iniciarse pero que tampoco terminen como Jorge Alonso, a remojo, porque les quitamos la afición de un plumazo.
Termino medio y al trote toda la familia!