Corremos Todos
Domingo 30 de abril. Tras las leves lluvias del día anterior, amanece un maravilloso día en Madrid para correr, tal vez caluroso para la primavera pero sensacional para recorrer todas esas calles que muchos pisamos a diario pero con prisa, estrés y sin el detenimiento propio que merece la arquitectura de esta ciudad.
Todo ello a través de una cita obligada, el Maratón de Madrid Rock and Roll. Participación masiva; buen ambiente; motivación; música a raudales; corredores en línea de meta y a la carrera…
Particularmente, para mi es motivo de satisfacción ver la cantidad de atletas que salen a la calle ya que, aunque haya existido toda la vida, en España teníamos un componente de rara avis, los que practicábamos este deporte en tiempos del “Cuéntame”. Salvo que fueras olímpico o algo así. Cierto es que la vestimenta tampoco es que ayudara mucho…
Se ha avanzado en diseño, calidad y marketing, sí, mucho marketing pero lo merece porque el resultado es satisfactorio. Todo lo que sea saludable y transmita valores humanos, como bien reflejaba mi compañero Agustín Hernández en su post sobre la solidaridad de los runners, siempre será bienvenido. Incluso me conmueve hasta el último anuncio de la gran multinacional francesa del deporte, no por lo que vende si no por los valores que puedan llegar a percibir los corredores.
Pues si nosotros éramos raras avis, imaginaros las sillas y los handbikers. A ellos va dedicado mi post. Siempre me he fijado que han despertado curiosidad entre el público y respeto entre los corredores. Sería el momento de apoyarlos, aprender de ellos y facilitarles el desarrollo y progreso en competición. Son un ejemplo a seguir y además permite que corramos todos juntos.
En este sentido, quiero dedicar estas líneas a esos sacrificados atletas, que por circunstancias de la vida han visto mermadas sus condiciones físicas pero mantienen el valor del sacrificio, la disciplina y la superación, que les permite llegar a marcas cada vez superiores. A los clubes cada día más numerosos, a los valores que representan y a que cada vez sean más y más avanzados. Que sus máquinas supongan la revolución que en el mundo de la bicicleta ha supuesto la mountan bike para su popularización.
Hemos vivido el auge de los corredores masculinos, posteriormente el del sector femenino y ahora deberíamos propiciar el de las sillas y handbikers como ejemplo de un deporte popular y solidario.
A la casi treintena de ellos que tomaron la salida en el MAPOMA y a la Fundación Deporte y Desafío, entre otras, mi aplauso y admiración.
Enhorabuena.