Con la llegada del calor, tórrido muchas veces en ciudades como Madrid, salir a correr a pesar de nuestra fiebre por este deporte hay que reconocer que es una tortura. Si cumplimos las recomendaciones que algunos compañeros os han ofrecido en este blog las tiradas veraniegas se llevan mejor pero si eliges la indumentaria adecuada y dejas el pudor en casa, que no la camiseta, la comodidad con la que sales no tiene comparación.
Hacía tiempo que me apetecía escribir sobre algo tan “trascendente” como la camiseta de tiras. Es la prenda con la que siempre hemos identificado ese deporte. Ni dri fit, ni equarea, ni tejidos transpirables, los viejos rockeros, los míticos, esos que mi colega el Grácil Emile de vez en cuando rescata para los que somos nuevos, siempre han corrido con tirantes y algodón... Así recuerdo yo a esos atletas que en pleno invierno acababan embadurnados de barro corriendo el clásico cross de Lasarte. Aunque ya entonces, era la excepción y el bicho raro del pelotón, también aparecía el típico atleta friolero que solía llevar una camiseta de manga corta por debajo de los tirantes. Seguro que alguno inspiró a las mentes pensantes que luego impusieron la camiseta de running tal y como la conocemos hoy.
Pero la camiseta de tiras nunca se ha ido, nunca ha desaparecido a pesar de que si uno observa a la nueva legión de corredores que han tomado las calles sigue siendo una prenda en minoría. Los veteranos, los que han corrido antes de que inventaran el tartán, los de la era aquarius , los que alguna vez se han puesto clavos no la extrañan pero entre los advenedizos como un servidor cuesta ver a corredores con los hombros al aire. De hecho en las populares la proporción de tirantes es mayor entre los primeros corredores y disminuye a medida que van pasando cajones, vamos que atletas y populares también se diferencian por su indumentaria. ¿Por qué será?
Los tirantes es uno de los pocos muros estéticos que le queda por derribar a los nuevos aficionados al running, y eso que es la prenda más cómoda para correr. Cayó el complejo Nureyev con la malla, (algunos siguen poniéndose el pantalón corto por encima), nos dio igual lucir piratas o culotes pero la camiseta de tiras o la Travolta se sigue resistiendo. Si sondeas en tu entorno descubres que todavía es simplemente una cuestión de pudor. Yo salí del armario el pasado verano y prometo que ya no vuelvo a entrar. Hace algunas semanas que las camisetas de manga corta, que calor, descansan en el fondo del cajón.
Bendita camiseta de tirantes quien me iba a decir que iba a dar para tantas líneas. Hasta el próximo.