Pobre sandía. ¡Vaya responsabilidad! Lo cierto es que comer durante la carrera es un riesgo constante si tiens que conservar un vestuario no salpicado o manchado durante centenares de kilómetros. ¿Cómo remediarlo? Pues, vamos improvisando y, desde luego, no caben los remilgos. Si quieres comer una sandía como esta en los túneles de Vihn Moc, te pones lo que puedas y te olvidas. Aún recuerdo el sabor de la fruta que compartí con Emilio, Mary, Mark y Safi. ¡Qué rica!