Los guerreros de Terracota. Anotaciones desde Xian
La visita a los guerreros de terracota. Con Eva la directora del programa y Mary mi maquilladora.
“Esta mañana a primera hora, con los primeros rayos de sol, hemos entrado en las excavaciones donde hallaron hace unas décadas, los famosos guerreros de terracota. Esculpidos en terracota para custodiar y defender el alma de su amo. La experiencia ha sido mucho más que inolvidable. Sobrecogedora. Hemos tenido un acceso privilegiado para grabar. Los hemos visto solos y en silencio. En la gran nave, ellos y nosotros. Alineados. Todos aparentemente iguales pero distintos. Manos, bigotes, peinados y actitud diferente para un ejército que pareciera dispuesto a despertar en cualquier momento. Cuando ya no podíamos abrir más los ojos ante tanta belleza ha llegado la gran sorpresa. Nos han permitido bajar a la zona prohibida para los visitantes para poder grabar entre ellos. Cuando me he colocado entre los guerreros y sus caballos, se me ha encogido el corazón. Algunos resquebrajados, otros perfectos, parecían poder echar a andar en cualquier momento. En su gesto, la amenazadora disposición de ataque. En sus manos, los huecos que dejaron las armas que se comió el tiempo. Una vida bajo la tierra, alrededor de una tumba. Un ejército milenario dormido y yo, gracias a Pekín Express, oyendo su respiración.”
Quin shi Huang fue el primer emperador de la China unificada, un dirigente con tal ambición que quiso seguir reinando después de muerto. Por ello quiso colocar en su mausoleo más de 7000 guerreros de terracota en formación, que le defenderían en la otra vida de los espíritus de los enemigos derrotados. Las figuras son de un realismo sorprendente y no hay dos iguales: las caras, bigotes peinados y manos se moldeaban y se incorporaban al cuerpo. Fue descubierto en marzo de 1974 durante unas obras para el abastecimiento de aguas de regadío cerca de Xi'an, provincia de Shaanxi, República Popular China. Desde el año 1987 está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.