Recuperemos el aliento. Nos hace falta
Resumir lo ocurrido en estos 90 minutos de Pekín Express sin que se me ponga el corazón en la boca es imposible. ¡Vaya carreras! No os podéis imaginar el calor que hacía. Era realmente insoportable. Desde el minuto uno de la gran prueba de 24 horas toda la etapa se convirtió en una auténtica locura. La locura que es en realidad Hong Kong. Nos despedimos con mucho dolor de Carla y Miriam, dos campeonas que han demostrado que un viaje como este puede ser el mejor lugar para encontrar una amistad para toda la vida. Las quiero muchísimo y las admiraré siempre. Hasta muy pronto pequeñas.
No puedo comentar la eliminación de Miriam y Carla sin detenerme en los minutos de tensión en el aeropuerto de Hong Kong al otro lado de la terminal. Los grupos están divididos. Claros. Esas miradas. Esos aventureros cantando campeonas a las eliminadas mientras Meritxell y Alazne se quedaban fuera. Los gestos. Los silencios. Atentos de nuevo a cada detalle. Este vídeo es un 10.
Y antes de todo esto, la locura, la prueba, 24 horas sin control, juegos, misiones, premios, grandes hoteles, lujo, comilonas…Una de ellas bastante desagradable.
Reconocer desde aquí la valentía de Xavi y su estómago ganando en primera persona el juego de la comida. Enhorabuena a todos por enfrentarse a este reto que los llevó hasta la nausea.
Y mientras la carrera se volvía loca, Juan y Juan Ir, Carmela y Antonio y Fran y Merino (ganadores de la primera prueba de Hong Kong) disfrutaban como auténticos reyes de los lujos asiáticos. ¡Qué envidia!
Ha sido una etapa frenética, única, que nos cambió a todos. La última en China. Ya sin Carla y Miriam (besos chicas) nos adentraremos en Nepal. El cambio será brusco pero magnífico para la carrera. Toda la aventura se carga de nuevo entusiasmo y curiosidad cuando entra en un nuevo territorio. Por cierto, el territorio que da nombre a la ruta. Sí, nos acercamos al Himalaya. La morada de las nubes nos espera y en ella la espiritualidad, la pobreza, el sufrimiento y la aventura más hermosa que podáis imaginar. Nepal es uno de los países más bonitos de este planeta. Me alegro tanto de que por fin podáis vivirlo con nosotros. Nos vamos al Himalaya. Los aventureros divididos. La competición a tope. Sin tregua. Sin miedo. Pienso en ello y sólo quiero volver.