Camino de la semifinal: Esto no es un viaje de placer
Jaisalmer-Dangri-Palampur 488 kilómetros
Tres parejas llegan a la semifinal de Pekín Express. Y no llegan precisamente intactas sino muy tocadas después de una etapa durísima en la que se han dejado gran parte de las pocas fuerzas que les quedaban. El desierto ha sido demoledor. La prueba de inmunidad un auténtico infierno. Aunque el verdadero obstáculo, el más difícil de superar, ha sido la convivencia en carrera. Las tres parejas han demostrado claramente sus desavenencias. Juan padre y Juan Jr tienen serios problemas bajo la presión de la carrera; y Antonio y Carmela se han transformado. ¿Dónde está ese Antonio gracioso, que disfrutaba de Pekín Express con lo poco que la aventura le daba? Continuas quejas, reproches, mal humor. La Ruta del Himalaya es muy, muy dura y el agotamiento pasa factura. Es la primera vez que hemos visto a alguien decir claramente "¡Ojala estuviera en mi casa!” Pekín Express no es un viaje de placer y la semifinal lo volverá a dejar muy claro.
Juan y Juan Jr han sido los primeros en llegar a Palampur. La cantidad de amuletos hacen de ellos la pareja más fuerte hasta el momento. Antonio y Carmela han sido los últimos en llegar pero tendrán una nueva oportunidad en la carrera, siempre acompañados de un hándicap. Un hándicap en una semifinal es muy difícil teniendo en cuenta que sólo quedan tres parejas. Si quieren superar esta dificultad añadida tendrán que dejar a un lado broncas como las que nos han dejado en esta etapa.
Rescato la afirmación de Antonio “estamos a la fuerza juntos, ella va por su lado y yo por el mío”. Juan padre cabreado y Merino quemado por la falta de coches en la carretera que cruza el Rajastán “por aquí no pasa ni la muerte”.
A pesar de todo, la primera pareja en llegar al libro rojo y, por lo tanto, encargados de repartir lo que Merino ha dado en llamar “Los trotamúsicos”: Un burro y una cabra (para ellos); un burro y dos cabras (Carmela y Antonio); un burro y tres cabras (para Juan Y Juan Jr). Veinte kilómetros a pie bajo el sol y la tormenta de arena. Y al final, la duna de Dangri.
No sabría con qué quedarme con todo lo que ha pasado en ese recorrido. No podía parar de reír hasta que se han quedado solos en la noche del desierto.
¿Y qué os ha parecido la estrategia de Juan Jr que llamaremos “for the children”? ¿Y sobre los nombres que les han puesto a los animales? Merino al burro con este argumento de Juan Jr “como está gordito como Merino…” Estrategias aparte, la dureza de esta etapa, con esa noche a merced de todo, me ha puesto los pelos de punta. Y después de todo ese sufrimiento: el juego de inmunidad.
Cuando ya no puedes más, cuando estás muy, muy cansado, llega un juego en el que debes mantener el brazo en alto durante horas. El juego era más psicológico que físico y la estrategia de Juan Jr ha podido volverse en su contra.
Cuarenta y ocho grados de temperatura y Fran diciendo “No me retiro ni de coña, puedes abandonar si quieres Merino porque yo no abandono” Y finalmente, los policías ganadores de un nuevo juego de inmunidad que siempre recordarán por los larguísimos minutos bajo el sol. La tensión, los calambres y el dolor. Fran y Merino han dedicado su victoria a la policía y han asegurado “Podemos ganar Pekín Express”
El desierto parece no terminar jamás. Salir de él se convierte en otra tortura, la escasez de coches, las peleas por coger cualquier medio de transporte (pugna Fran y Juan Jr) y el cansancio extremo acumulado.
Recuerdo perfectamente la misión de la etapa. Esas cartas de sus seres queridos. Cuando les entregué los sobres con los mensajes de sus familias, se me aceleró el corazón. Sabía que sería muy importante para ellos y sabía que no esperaban nada parecido. Hoy he llorado viendo las lágrimas de Carmela.
Una de las peculiaridades de esta etapa es que todos los aventureros han dormido cada noche bajo las estrellas. India se ha hecho silencio, barro y arena y les ha arropado con su manto de estrellas. Ha sido duro y extenuante pero realmente mágico. Los seis son unos campeones pero van a necesitar mucha fuerza para superar la semifinal. Cruzaremos territorios aún más pobres y solitarios, áridos y duros. Pero lo haremos con el corazón lleno del amor infinito de uno de los hombres con mayor determinación de la historia: Gandhi. ¡¡Bienvenidos a la semifinal de Pekín Express!!