La semana pasada me dirigí a Tres Cantos para poder conocer in situ el interior de la fábrica madrileña de Danone. Concretamente, estuve en su centro CITEC (Centro Internacional de Tecnologías del Yogur), una planta piloto que da servicio a sucursales de la compañía en todo el mundo. Allí me recibió Jerome Boesch, Director General de Productos Lácteos Frescos de Europa Sur de Danone, un hombre que vive con pasión su profesión y su cargo al frente de una de las compañías lácteas más importantes del mundo.
Danone siempre ha visto los cambios como una oportunidad. En estos años difíciles, ha hecho un esfuerzo por entender la nueva situación en la que se encuentra su consumidor y por adaptar su oferta a sus necesidades actuales, sin mermar un ápice la calidad de sus productos. Además, ha reforzado su apuesta por la innovación, partida fundamental de su ADN, y por la investigación en materias relacionadas con la nutrición ya que, como dice Jerome Boesch, Danone tiene una misión también social: “contribuir a la salud a través de la alimentación”. Y ésta es su seña de identidad, porque es una compañía que cree en el poder de la marca y la entiende como un contrato con su consumidor en el que prima la responsabilidad y el compromiso.
Con todo, creo que Danone es un gran ejemplo de éxito y actitud empresarial, así que os recomiendo encarecidamente ver esta interesante entrevista. Sin duda, entenderéis por qué la compañía es, desde su nacimiento en 1919, uno de las grandes referentes mundiales en su sector.