Leandro Pérez-Cuvit dejó su Argentina natal hace 17 años para poder “desarrollar sus ideas”. Estudió diseño gráfico, publicidad y relaciones públicos, pero se dedicó al mundo de las ventas. Trabajó en varias empresas donde aprendió lo necesario para poder empezar a llevar a cabo sus propios proyectos. Dice “hay que perseguir tu sueño porque fácil nunca es”. La ilusión y la pasión son la clave para Leandro, que aseguro “intentar no pensar en los problemas y si en las soluciones”.
Leandro está al frente de tres empresas. La primera es Sinbattery, una app que permite cargar el móvil en una red de establecimientos concertados como restaurantes, bares o peluquerías. De momento, se radica en Madrid, donde los clientes reciben este servicio gratis.
UPtome es una aplicación que se lanzará en enero. Se trata de un software para el departamento de recursos humanos de las empresas. Permite al trabajador, en tiempo real, hacer valoraciones de sus compañeros, jefes, la organización, etc. El objetivo de esta app es mantener el clima laboral y retener el talento dentro de la empresa.
EcoNbike es el proyecto estrella de Leandro porque con él, dice, quiere aportar su granito de arena a la sociedad. Se trata de una app que persigue reducir la contaminación, fomentar la actividad física y apoyar el pequeño comercio. Se trata de que por cada kilómetro recorrido el usuario reciba puntos canjeables en establecimientos que le premiarán con descuentos y promociones. Y con todo esto se ayuda, y ahí viene su granito de arena, a los más necesitados. E han firmado acuerdos con organizaciones sociales para hacer donaciones. “En EcoNbike el negocio está en un segundo plano”.
Dice Leandro que a sus empresas las considera sus bebés y su intención es que crezcan con él en el tiempo. Por eso, dice, ha usado fondos propios para crearlas. La idea es que “crezcan, se ordenen y mantengan los valores iniciales”. Pero Pérez-Cuvit reconoce que para crecer se necesita dinero de fuera, pero la intención que la financiación externa no haga perder a la empresa sus valores iniciales.
Leandro dedica el poco tiempo que tiene libre a sus amigos, a su pareja y al deporte. Como no podía ser de otra manera se mueve por la ciudad en bicicleta y en patinete, al que define como el transporte del presente en una ciudad como Madrid.