¿Es verdad que las personas son cada una distinta de la otra?
¿Es verdad que cada persona es única, única genéticamente, única físicamente y mentalmente?
Si es así, y lo es; esto significa que cada persona es una marca en sí misma. Sí, racionalmente esto es cierto, lo que no es cierto es que seamos conscientes de ello y que nos hagamos la pregunta de si la imagen que transmitimos a los demás es la que queremos.
El tema es que somos una “marca personal” solo en potencia. Para serlo en la realidad tenemos que seguir un recorrido personal muy importante y profundo. Está claro que antes tenemos que ser conscientes de lo que somos, conscientes de cuál es nuestra unicidad y luego conseguir que lo que somos sea exactamente lo que transmitimos y ¡lo que los demás perciben! Este es el gran trabajo que tenemos que hacer.
Tenemos que comunicarnos con nosotros mismos, comunicar hacia dentro y hacer un gran trabajo interior; para conocernos más, para aclararnos en quiénes somos y sobre todo quién queremos ser. Para decidir en definitiva cual es nuestro propósito vital. Este trabajo de introspección es propedéutico a la fase siguiente, la fase de la comunicación hacia fuera.
Comunicación es TODO: es acción, iniciativa, son los hechos, comportamientos, decisiones, palabras, gestos…
Solo si todos estos elementos de la comunicación son coherentes conseguiremos que lo que somos y queremos ser sea lo que los demás perciben. Este es el complejo proceso para tener una “marca personal” efectiva y para que lo sea también la gestión de la misma.
La “marca personal” podrá ser clave en nuestra vida en lo personal y en lo profesional, pero sobre esto seguiré reflexionando en una próxima entrevista…