Juan Orti, presidente para España de American Express, nos cuenta la apasionante historia de la compañía. Nacida en 1850 en el lejano oeste, empieza como una empresa de transporte de mercancías a través de la diligencia. Con el transporte posterior de viajeros llegó la principal innovación: el cheque viajero, el producto estrella de finales del siglo XIX. Hay que llegar a mediados el XX para encontrar otro salto cualitativo de American Express: la tarjeta de plástico. Y de ahí, a la inteligencia artificial.
Orti quiere dejar claro que el negocio de American Express es diferente al de la banca porque la compañía tiene relaciones directas con los titulares y los comercios. Además, añade Orti, tienen un circuito cerrado que les permite tener visibilidad total de la transacción. Y esto permite gestionar la experiencia del cliente de una forma más directa. Porque, dice Orti, “hoy el cliente compra más experiencias que productos, y eso nosotros e lo podemos proporcionar”.
El gran competidor de la tarjeta y de los nuevos sistemas de pago en nuestro país es el efectivo, dice Orti. De hecho, asegura, el 40% el volumen del dinero se saca de los cajeros. Por eso insiste en que el instrumento que se utiliza para pagar no es lo más relevante, sino la marca. “El usuario busca el valor adicional que puede obtener”.
Orti considera a la tecnología como una herramienta para generar valor y en la que se apoyan los tres activos de American Express: La marca, el circuito cerrado, que ofrece una relación de confianza con el cliente, y la experiencia del usuario.
La seguridad es un tema clave en American Express. Dice Orti que ocupa y preocupa a la compañía. Y trabajan en ella con tecnología propia y a través de la compra de otras empresas.
La inteligencia artificial ya es una realidad. Nosotros la utilizamos en créditos, modelos de fraude o en captación y gestión de clientes.
Desde American Express España, Orti centra su trabajo en tres aéreas, tres roles propios del mercado de nuestro país. El primero es gestionar el negocio doméstico de la que es la quinta economía europea. El segundo es el turismo porque España es el segundo destino turístico del mundo y recibe a muchos clientes de American Express. Y el tercer rol es que Madrid es centro de excelencia operativa para prestación de servicios a través de otras empresas.
Juan Orti asegura que quiere seguir divirtiéndose y sintiéndose estimulado por su trabajo. Y, a la vez, reconoce que trabajar en American Express le permite conciliar vida laboral y personal. Reconoce que la mayor ocupación fuera el trabajo son sus dos hijos pequeños. El deporte y la buena mesa también forman parte de su ocio.