A Gabriel y Gabi Masfurroll, padre e hijo, el emprendimiento les viene de familia, sobre todo, de las mujeres de la familia. A Gabriel padre le ofrecieron trabajar en un hospital cuando acabó sus estudios de Económicas. Se sentía como “un bicho raro” asegura. Pero tiró de una de sus máximas: “cuando hagas algo trata de que te guste”, y ha hecho del sector hospitalario su carrera. Ha sido el pionero en traer a España las cadenas de hospitales. Tras dos intentos, al a tercera consiguió fundar USP. Empresario con conciencia social. Su hijo Alex nació con síndrome de Down y murió a los tres años. A partir de ahí ha fundado y participado en numerosas fundaciones. Cuando salieron de USP, fue su hijo Gabi quien le convenció para seguir con el negocio hospitalario con la creación de Wings 4 Business, vehículo que les permitió abrir el hospital Tres Torres.
Gabriel Masfurroll hijo es abogado de formación, pero desde muy joven, tenía claro que su pasión era la empresa. Fue en 2012 cuando se incorpora a la empresa familiar. Padre e hijo aseguran que la cercanía es el late motive de su trabajo porque tienen claro que cuando uno llega a un hospital necesita que le cuiden y que le mimen. Esa cercanía, los Masfurroll la consideran una ventaja empresarial. Tienen muy presenta la importancia de la tecnología en el sector hospitalario, de hecho acaban de incorporar el último avance para descifrar el genoma, pero insisten en que el factor humano es irrenunciable para ellos.
Los Masfurroll reconocen que en España hay escasez de médicos. Ellos buscan a los mejores, pero aseguran que el talento profesional sin humanidad no sirve. Y esa humanidad la buscan en todos los estratos, desde el directivo al celador. Hablan con prudencia del big data. Reconocen que más pronto que tarde, será la inteligencia artificial la que sea capaz de diagnosticar. Pero, a la vez, insisten en que hay que controlar datos tan sensibles como son los médicos. Gabriel hijo nos habla de su futuro que pasa por dos pequeños hospitales, siempre con un trato cercano al paciente, marca de la casa, y con los mejores profesionales. Los Masfurroll son “muy familiares”, nos cuentan. Gran parte su tiempo libre lo pasan juntos. Dice Gabriel padre que le encanta hacer de abuelo. Eso si nunca halan de trabajo, “las discrepancias las dejamos en el terreno profesional, dice Gabriel hijo. El deporte, las caminatas, los viajes y la escritura son las otras grandes pasiones de Gabriel Masfurroll padre.