Entrevistamos al fundador de Airlite, Massimo Bernardoni y al responsable en la empresa de la supervisión de proyectos en España, Miguel Gil. “Una casa pintada con Airlite es como si vivieras en un bosque”, asegura Miguel Gil. Se trata, explica, de un producto en polvo que se aplica como una pintura, tanto en el interior como en el exterior y, en presencia de la luz, a través de un proceso fotocatalítico, el aire del entono al rozar las paredes pintadas se purifica. Y se purifica de contaminantes convencionales, como los gases que salen de los tubos de escape y de los biológicos, es decir, bacterias y virus.