Se planteó su paso por el mundo de la belleza y la moda como una embajada. Eleonora Carrillo se coronó Miss El Salvador en 1995 y utilizó su reinado para representar a su país, “para tratar de llevar una nueva imagen de un país que acababa de salir de una guerra de diez años”. Mitad salvadoreña, mitad italiana, se trasladó a Italia para cursar estudios de derecho. Licenciada con honores, la fichó Jacobacci & Partners, especializado en derecho de la propiedad, un mundo desconocido para Eleonora, que acabó atrapándola.
Jacobacci & Partners se funda en Turín y hoy tiene 13 oficina en 4 países. Dedicado a la propiedad industrial e intelectual, no solo registra las marcas de sus clientes, nos cuenta Eleonora. Además les ofrece toda una estrategia empresarial para garantizar su éxito en el mercado. Algo fundamental, dice, para que el cliente pueda identificar el producto original, diferenciándolo de la falsificación. Eleonora carrillo se fue especializando en el apartado de las marcas. Y ahí surge la posibilidad de venir a Madrid, con el objetivo de homogeneizar el trabajo de Jacobacci & Partners. Vuelve a plantearse el reto como una embajada. Dice que trabaja como una especie de embajadora entre Italia y España.
El mundo del internet de las cosas lo ha revolucionado todo, por eso Eleonora Carrillo asegura que “es imposible proteger una marca sin tener en cuenta el mundo online”. Dice que las empresas necesitan proteger sus derechos en internet y da una cifra que lo justifica: la venta online de falsificaciones supone 600.000 millones de euros. Para ofrecer esa protección, Jacobacci & Partners ofrece un servicio externo que aplica las tecnologías más avanzadas para identificar, fraudes y falsificaciones. Dice Eleonora que este servicio ofrece rapidez y eficacia y lo hace a un precio razonable.
Eleonora Carrillo recomienda a los jóvenes que se lancen a la aventura empresarial que estudien la viabilidad de la marca y que lo hagan, siempre, a través de profesionales. Profesionales como ella, que han hecho de su trabajo su pasión. Eleonora reconoce que se “dedica muchísimo a su trabajo”. Aunque es capaz de desconectar en su tiempo libre. Ocio que dedica al deporte y, sobre todo, a viajar. Viajar por ocio y por familia porque sigue teniendo a su familia repartida entre Italia y El Salvador.