Carmelo Angulo, presidente de Unicef en España: “Soy un producto de la inquietud de mi época” (I)
Carmelo Angulo se define a sí mismo como “un producto de la inquietud de mi época: una España cerrada, de postguerra, donde viajar y conocer mundo era casi un sueño”. En su promoción de Derecho él era el único que hablaba dos idiomas y el único que salió a estudiar al extranjero. El presidente de Unicef España siempre ha tenido mucha vocación internacional. Sus abuelos y bisabuelos emigraron a Argentina y Uruguay y así fue como, en una España cerrada y oscura, en su familia tenían “el sentido del mundo”.
Para Carmelo Angulo la diplomacia fue una forma de, además de abrirse al mundo, desarrollar su veta filantrópica y solidara porque “todos tenemos que devolver algo pero sobre todo los que tenemos la suerte de vivir dignamente”.
Sobre la labor de Unicef, Angulo considera relevante destacar que gracias a este organismo la Convención de los derechos del niño, firmada en 1983, es el único Tratado internacional con vigencia absoluta en todo el planeta.