"La potencialidad de la inteligencia humana es extraordinaria...”, pero sólo si está bien cultivada, desarrollada y orientada.
No es una novedad el que los positivos avances de la humanidad vengan de estudiosos y científicos, sino que vienen desde una "buena" educación.
La "buena" educación es el cultivo de la mejora de nuestra vida y de nuestra sociedad.
Tiene razón Platón cuando dice que “cuando falta la "buena" educación, el género humano ofrece lo peor de sí”.
Sin esta explicación de Platón no se entendería cómo el género humano puede ser protagonista de cosas maravillosas y geniales, como de cosas terribles y malvadas.
Una "buena" educación y su falta, es lo que determina esta contradicción.
La "buena " educación ayuda al respeto a los demás y al del entorno en el cual vivimos.
El respeto, es no desear o hacer a los demás lo que no queremos que nos deseen o nos hagan a nosotros mismos.
Y es a nosotros mismos, primero, a los que nos tenemos que respetar para así respetar a los demás.
Debemos tener una conciencia y una ética que funcionen, debemos tener valores y creer en ellos, debemos buscar la armonía con el mundo y con sus habitantes.
No debemos olvidar que vivimos en una sociedad y que compartimos un entorno, un espacio común.
Eso no significa renunciar a nuestro espacio, a nuestro recorrido personal, a nuestras diferencias y aspiraciones, porque eso es exactamente lo que necesita la sociedad para avanzar.
La "buena" educación nos enseña que todo lo que legítimamente queremos hacer en plena libertad, tenga siempre presente el respeto a los demás.