Cada etapa de la vida de José Benjumea ha sido un aprendizaje. El cofundador de Powen asegura que de su etapa universitaria en la Universidad de Comillas aprendió la capacidad del esfuerzo. Su trabajo en auditoría le aportó disciplina, formación y método. Y de su trabajo en finanzas le quedó claro cómo prestan las entidades a los proyectos empresariales. Con esta preparación ya tenía muy claro que quería dar el salto a la empresa. Y la primera oportunidad le llegó a Benjumea en el sector de la energía solar.
“Mi hermano y yo fundamos Fotowatio”, que creció gracias al error de pedir para un punto de enganche 20 megavatios, en vez de 2. “Eso nos permitió crear el parque solar más grande del mundo”, dice Benjumea. Con esta empresa tuvieron dos grandes ventajas, destaca. La primera rodearse de “gente con canas” que nos evitó errores y nunca frenó sus proyectos. Y la segunda dar entrada a unos socios que les dieron la profesionalidad que necesitaban. De España lograron saltar a Estados Unidos, Asia, Australia, África y Latinoamérica. Y hace dos años venden Fotowatio y nace Powen. Esta vez no solo se centran en grandes plantas solares, si no en el cliente final.
José Benjumea dice que el coste de la energía es importante. Que todo en el mundo se mueve con el kilovatio hora, pero que ha llegado el momento de ser responsable con el medioambiente. Por eso insiste en que la fuerte bajada de los precios de la energía fotovoltaica en los últimos diez años hace que “generar tu propia electricidad es más barato que transportarla”. Y la misma senda, dice Benjumea, sigue la batería que permitirá acumular esa electricidad, lo que nos hará independientes, asegura. Y ese es el futuro en el coche eléctrico: poder moverse con la energía acumulada. Benjumea habla de una revolución similar a la que se produjo con el teléfono móvil.
La clave, insiste Benjumea está en la acumulación de estas energías. Él habla de que en tres años serán autosuficientes. Apuesta a que con el sol, el viento y el agua vamos a poder crear el mix energético. Dice que las energías renovables van a ser más baratas porque no tienen costes de mantenimiento: “si es más barato y encima limpio…no hay duda”, sentencia.
El reto de Powen es “intentar convencer a los clientes de que hay alternativas a la compra de electricidad tradicional a través de una comercializadora que vende 1 kilovatio hora”. Y esa forma, dice Benjumea, se llama: autoconsumo, energía solar, acumular en tu batería del coche, comprar electricidad solo cuando la necesitas, cambiar de hábitos de consumo para ser más ecológico. Ese es el cliente que busca Powen porque Benjumea cree que la gente se irá concienciando porque va a ahorrar y a controlar su energía.
Powen está instalada en España y México. El grueso de los clientes está en el sector agrícola e industrial. Dice que Benjumea que el nicho residencial aun es pequeño “porque a la gente le cuesta”.
José Benjumea empezó a emprender con 27 años. Dice que desde entonces ha habido momentos buenos y momentos difíciles, con mucho riesgo profesional. Por eso para él es importante llevar una vida personal estable. Con cuatro hijos, el cofundador de Powen encuentra el relax en el mundo de los caballos.