Sin comerlo ni beberlo Antonio, Priscilio, Sergio y Ramón fueron sorprendidos en el programa anterior por una visita muy especial para algunos y un tanto inesperada para otros.
En Mahora, por ejemplo, a Priscilio le crecieron los enanos. Si el pobre granjero ya estaba confuso, ahora ha reconocido tener el corazón tan partío que hasta ha llorado de dolor. Pero es que al chico no se le podía ocurrir otra cosa mejor que llevar de acampada a Eli, Inma, Silvia y pretender dormir todos tan tranquilos en la misma tienda de campaña...Y como no, Inma estalló al ver que Eli daba unos cuantos mimitos al granjero. Ni corta ni perezosa decidió dormir en el coche y no volver a la tienda pese a las súplicas del chico. A quien también tuvo que suplicar fue a Silvia pero de la asturiano no sólo consiguió que se quedara sino también ¡un beso! ¿Sonarán campanas de boda en Mahora?
Parecía que sí hasta que Eli conoció que debía hacer sus maletas. ¿Metió mano el granjero a la joven? ¿Lo dijo por despecho? ¿Priscilio lo niega, está mintiendo? Y como era de esperar...Silvia cree a su chico e Inma , dolida por el beso, a Eli...¡¡¡Uffff, la que nos espera!!!