El mensaje del Oviedo para despedir a Quini que ha encogido el corazón del Sporting y de toda Asturias
Enrique Castro González, Quini, ha fallecido tras sufrir un infarto en Gijón, muy cerca de su casa. La noticia ha caído como un mazazo en el mundo del fútbol español y asturiano. A la edad de 68 años se despide uno de los goleadores más grandes del fútbol español, cinco veces pichichi de primera división (y otras dos en segunda). De los miles de mensajes de despedida que ha recibido hay uno, el del Real Oviedo, que ha sobrecogido de manera especial el corazón de la familia sportinguista.
El fútbol español ha perdido a uno de sus símbolos más queridos. Un jugador que representó la humildad del fútbol de base, de escuela, capaz de llegar a lo más alto cuando no era necesario llevar un apellido extranjero para que a un futbolista se le presumiera el talento. Quini. Cinco veces pichichi de Primera división. Tres de ellas con el Sporting de Gijón.
Muestra del legado que deja detrás es el mensaje de despedida del Real Oviedo, eterno rival del que fue el equipo de su corazón. "Con la sonrisa y el corazón de un gran caballero, así te recordaremos", ha escrito el equipo ovetense en su cuenta de Twitter, encogiendo el corazón de miles de asturianos y de aficionados al fútbol españoles en general.
Dos equipos que han vivido una de las rivalidades históricas más enfrentadas, si no la que más, del fútbol nacional, capaces de hermanarse así para despedir a una leyenda da la medida de la importancia de Quini para el fútbol asturiano y español. Después de Zarra, con seis 'pichichis', Quini es el jugador español con más trofeos, cinco, y un total de 219 goles en Primera. Para entender lo que representa Quini para el gol español, solo Di Stefano y Hugo Sánchez le igualan en trofeos a máximo goleador de una temporada.
El adiós temprano al 'Brujo' ha unido a cientos de futbolistas y clubes que en las próximas horas y días se sumarán al homenaje que, seguro, le rendirá todo el fútbol español. Pero todos esos mensajes, el del Oviedo llega con una carga de emotividad muy especial, en un año en el que los dos equipos se han reencontrado en Segunda División tras años sin coincidir en la misma categoría. Sirva ese mensaje para despedir a un grande y para que su ejemplo de humildad y pasión por la pelota guíe a las nuevas generaciones de futbolistas.