La estadounidense Andrea Jaeger junto a Conchita Martínez jugaron este viernes un partido de tenis en Wimbledon contra la belga Kim Clijsters y la australiana Rennae Stubbs en el torneo de leyendas. Sin embargo, ninguna de estas cuatro grandes leyendas del tenis femenino protagonizaron el mejor punto del partido y el más bizarro, sin duda, del torneo de Wimbledon.
Clijsters se disponía a sacar cuando un aficionado gritó aconsejándole sobre el lado donde debía lanzar la pelota. La belga no dudó en parar el partido para acercarse hasta el aficionado e invitarle a jugar un punto. Como las normas del emblemático torneo obligan a que todos lo jugadores vistan de blanco, Clijsters le ofreció ponerse una de sus faldas y de sus camisetas que tenía en la bolsa. El aficionado, Chris Quinn, de Irlanda, no dudó en aceptar el reto y, pese a su corpulencia, se enfundó la falda y la camiseta.
Ante las risas de todo el público y también de las cuatro tenistas, que incluso se tiraron por el suelo, Quinn restó el saque y jugó algún punto con ellas. Una anécdota que agradeció el propio aficionado en su Twitter: “Me habéis convertido en el gran héroe de mis tres hijas qué os admiran”. Además, presumió de compartir titulares con Roger Federer.