Con tres ediciones celebradas, una en Barcelona y dos en Rivas-Vaciamadrid, la FinalCup necesitaba un lavado de cara. La edición número cuatro regresó a la ciudad condal para experimentar una profunda renovación y mostrarse más colorida que nunca.
Gran parte de este cambio hay que concedérselo al marco. El Edificio DHub, entonces recién inaugurado, es todo un ejemplo de arquitectura vanguardista y contribuirá al paisaje moderno de la renovada Plaza de las Glorias Catalanas. Pero su entorno se olvida al pasar al interior y descubrir sus rectas formas blancas, sus imponentes tragaluces y su techo lleno de luces de colores. Sin ser histriónico, el DHub se viste cada día con su contenido dedicado al diseño, y la FinalCup 4 se hizo con él un traje a medida.
Descendiendo a lo mundano, la competición siguió contando con cinco juegos principales entre los que destacaban especialmente Call of Duty Black Ops II, FIFA13 y League of Legends.
Empezando por Call of Duty, es difícil resumir la que quizá ha sido la competición con mayor nivel y más igualada celebrada hasta ahora en España, con el permiso de lo que vendrá en la FinalCup de este mes. Allí se dieron cita los mejores jugadores de CoD de nuestro país, sin ausencias, con todo la calidad puesta en cada mando. El campeonato se lo llevó Ozone Giants, que consiguió así su segunda y última copa en este juego, pero lo hizo sorprendiendo a otros equipos que venían con la etiqueta de favoritos. Una competición que vale la pena recordar como la perfecta muestra del mejor CoD español.
En FIFA volvió Rafa. En la anterior FinalCup no pudo conseguir su tercera copa, cayó eliminado y con la sensación de un fin de ciclo tras haberse hecho con las dos primeras. Pero Rafael Riobó, ‘Ralfitita’, nunca ha dejado de ser un experto en los torneos del KO. Siempre frío por fuera y templado por dentro volvió a alcanzar la final y la ganó por dos a cero, jugando además al Borussia de Dortmund en lugar del Real Madrid utilizado por la mayoría de sus oponentes. Será por algo que desde entonces y hasta ahora es la única persona que puede mirar cada noche tres copas de la LVP en su vitrina.
League of Legends vio en la FinalCup 4 su gran salto al escenario en España. Pese a que muchos jugadores estaban triunfando en la competición europea, en la española pudimos descubrir nuevos talentos que mantuvieron al público en vilo hasta el final. En cada partido el aforo estuvo absolutamente completo gracias a los aficionados al juego, que siempre vieron en las competiciones la forma perfecta para mejorar su propio estilo. Los mejores aquí fueron 34United, consiguiendo así la única copa que ha ganado el club, y demostrando que la cantera española seguirá aportando jugadores a la élite internacional.
En Starcraft otra vez dominaron los hermanos, Juan y Pedro Moreno Durán, ‘Vortix’ y ‘Lucifron’. La brecha entre ellos dos y el resto llevaba abierta casi dos años y aunque parecía estrecharse seguía siendo insondable. Sin embargo entre ellos sí existen ciclos y esta vez fue el mayor, Lucifron, el que volvió a dominar a su hermano como hizo en la primera FinalCup.
Halo 4 fue para Western Wolves, equipo del Reino Unido que es el único no español con un título de la LVP. Fueron invitados para potenciar el espectáculo y el nivel de los equipos nacionales, y consiguieron ambas cosas, además del campeonato.
Solo queda una etapa en el recorrido por las cinco ediciones de la FinalCup. Es una suerte que vayamos a poder disfrutar de prácticamente todos los equipos y jugadores aquí nombrados también en la sexta, a la que tendremos que añadir el espectacular plantel de descubrimientos de la FinalCup 5. Pronto os descubriré esa última edición en Barcelona.