En la nueva temporada de la Liga de Videojuegos se han introducido una serie de cambios que afectarán directamente a la planificación y comportamiento de los equipos. Hasta ahora existía la posibilidad de descender al terminar la temporada. Sin embargo este hecho no provocaba ninguna incertidumbre entre los mejores jugadores
Hasta el momento era necesario tan solo esperar a final de temporada para recomponer los equipos y cualquier jugador con nivel suficiente sería capaz fichar por un equipo clasificado en la máxima categoría. El hecho de descender no afectaba la moral de los jugadores. Eso cambia con la temporada actual de la LVP.
En esta ocasión habrá una posibilidad real de descenso antes de lo que muchos esperan. En tan solo un mes y medio los equipos deberán evitar las dos últimas plazas de la clasificación. Si no lo consiguen pueden acabar con sus huesos en el ranking abierto, una virtual “segunda división” que les alejará de su objetivo principal: asistir a la Final Cup.
Esa sensación de quedarse fuera a media temporada tiene que animar a los jugadores a buscar la estabilidad y afianzarse con su equipo si quieren disputar el Campeonato de Liga en la tercera edición de Gamergy. El descenso asoma ahora en un horizonte muy cercano y nadie quiere formar parte de él.
Esto también genera una nueva sensación de aspiracionalidad entre los equipos del ranking abierto, ese en que puede jugar cualquiera. El hecho de subir a Primera División antes de que termine la temporada ha provocado que sean muchos los que ven factible el ascenso motivados además por la posibilidad conseguirlo relativamente pronto.
Es evidente que hay equipos favoritos para el ascenso, y también los que se sabe deberán luchar por la permanencia. Aquellos que quieran protagonizar las mejores imágenes del próximo Gamergy deberán día a día por conseguirlo.