Igual que Rafa Nadal con sus raquetas o Pau Gasol con sus zapatillas, los jugadores profesionales de videojuegos también se toman su tiempo en escoger los accesorios que más se adaptan a su estilo de juego. Muchos de ellos también tienen patrocinios que les surten de productos, y eso frecuentemente le sirve al fabricante tener un feedback específico que le permita mejorar la calidad o ergonomía para el futuro.
Para jugar de forma óptima a un videojuego hacen falta tres sentidos: la vista, el tacto y el oído. Un progamer necesita poder obtener el máximo de información de cada uno de ellos, y eso únicamente puede conseguirse con los accesorios adecuados. Empezando por la vista, lo primero que debemos tener en cuenta es el tipo de pantalla que utilizamos. Seguramente la que tú estés utilizando en este momento sea de 60 hercios. Algunos jugadores, especialmente los que juegan a shooters, buscan monitores de 120 hercios. Con esto se gana no solo suavidad, sino también se maximiza la precisión a la hora de apuntar. Digamos que obtenemos más información del recorrido de nuestra mirilla y eso nos permite dirigir nuestros disparos de forma certera con más facilidad.
El tacto es quizá el más importante de todos los sentidos a la hora de jugar a un videojuego. Nuestras manos tienen que ser rápidas para ejecutar las órdenes sin cometer errores y es por eso que se busca una respuesta específica en cada accesorio. En consolas veremos mandos a los que se añaden o modifican algunos botones con la finalidad de hacer más sencillas funciones como saltar y apuntar, que en el mando tradicional puede resultar complicado. En ordenador han vuelto los teclados mecánicos, aquellos que se utilizaban hace años y se vieron sustituidos por los de membrana (más finos y ligeros). Gracias a estos teclados el jugador puede sentir con más exactitud si ha pulsado una tecla. Y no puedo olvidarme de los ratones y las alfombrillas, todo un mundo en el que ya se estudian las diferentes posturas de la mano para adaptar la forma y el tamaño de los ratones de forma personalizada.
Por último pero no menos importante, el sentido del oído necesita especial atención. Existen cascos que aíslan del ruido exterior, y otros que permiten escuchar alrededor para que podamos oír a nuestros compañeros de equipo. Los auriculares han sufrido una gran evolución en los últimos años y ya existen algunos que son capaces de simular sistemas de sonido envolvente, para que podamos localizar a nuestros enemigos antes de verlos.
Desde luego no hay mejor escaparate para las marcas que estar en las manos de los jugadores profesionales. Si además descubrimos que gracias a estos probadores tan particulares los productos han mejorado exponencialmente en los últimos años, creo que todos ganamos.