Hay personas que son un enorme ejemplo vital. He sabido, ya hace tiempo, que muchas personas invidentes siguen el programa y la exposición de ‘Cuarto Milenio’. Me he fijado que en la sala de los íberos, en la zona de los monstruos, etc., en alguna ocasión he llegado a ver una persona que tocaba las esculturas con mucha atención palpándolas y al lado alguien que le contaba lo que ponían los carteles. Era una persona invidente.
He visto personas invidentes siguiendo el programa de la radio… es un ejemplo, yo creo que no me puedo imaginar lo que es no ver. Pero, por encima de eso, las personas que han sufrido alguna enfermedad y que han visto en alguna ocasión, que habrán sufrido un gran impacto, tienen ese entusiasmo de seguir adelante.
Yo me he acordado ahora porque hace 20 años yo empecé a colaborar con Juan Antonio Cebrián. Le contaba mis novedades sobre mis reportajes y mis cosas. Él salía en los descansos a fumar y a mí me impresiona la imagen que tengo de este hombre que era un erudito y gran presentador, una leyenda del Periodismo. Hablábamos mucho en los pasillos y él no me veía. Y yo pensaba, todos mis problemas no son comparables a este hombre que dejó de ver y que eso no le ha quitado ni un ápice de emoción por lo que él cuenta. Veía mucho más que otros que conozco que sí que ven.
Sobre ese ejemplo les quería yo hablar. Hace poco nos llegó un tweet de la exposición en Sevilla en la que aparecía una señora que tocaba con la mano una figura. Decía mucho porque esa mano era la mano de una persona ciega. Hay que ser valiente para ser invidente y querer meterte en una exposición a tocar. Y en nuestra expo las cosas se pueden tocar porque hay personas que no ven pero sí ven con el corazón. Y nosotros tenemos que ayudar a eso. Cuando vi ese tweet me quedé tan impactado que pedí a Clara que me localizara a esa persona.
Quiero saber cómo una persona ciega ve la exposición. Y la persona encantadora habló con Clara, Clara la grabó y lo hicimos para nuestro programa de ‘Universo Iker’ en Radioset y ¡qué ejemplo! No pueden imaginarse la intensidad en el testimonio. Tenía el entusiasmo más absoluto porque ha estado ahí, tocando las figuras, es un logro. Me impresiono muchísimo.
Y quiero mandar mi apoyo y mi abrazo a las personas que con la falta de la vista, se atreven a ir a la expo, se atreven a estar al otro lado de la pantalla, porque no podemos olvidarnos de que hay ejemplos vivientes que demuestran la energía, la pasión, la positividad… Pues ellos, los invidentes, demuestran con sus ganas que sí que es posible.
Gracias por la lección, aprendamos todos de ellos, de los que superan sus circunstancias.