"Es un tema grave el que hemos diseccionado para ustedes y, evidentemente, a la forma televisiva. Siempre se van a quedar márgenes, posibilidades que ustedes deberían investigar si tienen esa pasión. Creo que muchas de las cuestiones que sacamos en ‘Cuarto Milenio’ tienen esa motivación extra, que ustedes luego puedan seguir siendo investigadores. De nada serviría hacer un programa en el que diéramos todo masticado y con soluciones.
Todo buscador, en el fondo es hijo de un proceso iniciático, desviarse de lo convencional y apasionarse con algunos temas. Cuando escuchaba a los protagonistas del debate hablando de la sexta extinción no podía sentir más que un escalofrío. Ustedes saben de mi devoción hacía Félix Rodríguez de la Fuente. Su enseñanza se transmite porque el lenguaje profundo que empleó, utilizando las técnicas de la televisión como ningún otro, cala en lo hondo del cerebro reptiliano, del alma, de lo profundo. A veces no hace falta ni lenguaje, hasta los más niños pueden comprender la fuerza y la potencia de sus imágenes.
Félix no es solo el amigo de los animales que nos abandonó hace años, es mucho más. El sentimiento de profundidad se nos ha quedado a un nivel, hay códigos ocultos que yo me permito, ya que estamos en la recta final del programa, rescatar para todos ustedes. Es una de mis visiones, que llevo muchos años intentándolo. Hay diferentes dificultades, diferentes secretos, diferentes ámbitos, pero les podré decir que, si Dios quiere y el cosmo y la sexta extinción no llega antes, nosotros queremos, y yo quiero porque es un proyecto personal, contarles, quién sabe si para el inicio de la siguiente temporada, la increíble historia de un genio, de un auténtico sanador de la Tierra, de un auténtico profeta a su manera de la naturaleza".