Estamos muy cerca del programa 500 y se han cumplido uno de los sueños de cuando era pequeño: acudir a uno de los concierto de Jean-Michel Jarre. De pronto, en este concierto, una luminaria aparece en el cielo. Hay diversas teorías ya que podría ser algún tipo de sistema de comunicación que utilizan los guardas forestales.
Raudo y veloz como ninguno, comprobamos los satélites que se pueden encontrar en la zona pero ninguno coincide con el que vimos. Les juro que estando en el concierto y viendo como este genio empieza con alaridos de animales, proyectándose el Apocalipsis, estaba impresionado.
Con su disco debajo del brazo no cambió sus letras pero intentó vender sus canciones de discográfica en discográfica. Con su tema, algo sucedió en el mundo. Dio un gran espectáculo, se trata de alguien que no se estanca y sigue evolucionando y haciendo lo que tiene que hacer un espíritu libre. Cuando le conocí estaba temblando y entendí muchas cosas porque estaba obnubilado. Le regalé una figura de un chamán y cuando se lo dije, abrió los ojos.
Nos vemos la semana que viene, amigos.
Iker J