El cierre de Iker Jiménez: nuevos caminos
"A lo largo de los siglos, durante milenios me atrevería a decir, el ser humano ha buscado en ocasiones el concepto de iniciación, el concepto de que hay que reiniciarse, no tener miedo a emprender nuevos rumbos, nuevos caminos. Tiene mérito emprender nuevos rumbos si uno ha logrado cierta realización en lo que había hecho antes, tiene mérito separarse por carreteras que pueden parecer carreteras secundarias cuando uno está acostumbrado al confort de la autopista, pero va a la carretera secundaria porque tiene ganas de aventura, tiene ganas de verdad y no teme. Cree que su vehículo es bueno, su vista está bien graduada y su pasión por la búsqueda le obliga a separarse de lo convencional.
Les digo esto porque cuando escuchen esto sabrán que hemos tomado algunas decisiones en nuestra vida muy importantes y que son también muy mágicas, han sido proceso de muchos años. En mi vida siempre ha habido una constante cuestión nómada. No he sido una persona muy aferrada a lugares muy concretos a pesar de que fueran confortables para mí. Es cierto que he tomado decisiones que en ese momento parecían muy arriesgadas y más de una vez me han llamado loco. Con el paso del tiempo, que te llamen loco se va convirtiendo en un emblema, quiero seguir siendo un loco soñador.
A lo largo de mi trayectoria, he tenido la oportunidad de decir que me marcho en este momento. Era un poco complicado decir que me marcho porque en ese instante no lo tenía todo a favor, es como si uno tuviese miedo a no reiniciar, a que todo prosiga su camino y a perderse esa posibilidad mágica de ponerse una prueba y saber si todavía está vivo. Nosotros hemos tomado decisiones y ha sido todo por cuestiones de confianza, de seguir creciendo y aprendiendo".