Nuestra 'Operación Bélmez' no acaba aquí. Más bien continua, se prolonga, se catapulta desde este lugar concreto que parece ya muerto. Una naturaleza que nos recuerda, como en una vieja postal, lo que aquí pasó. Me encuentro en el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Hoy pocos recuerdan que aquí hubo una auténtica tragedia. Muertes de niños, muertes por hambre, por envenenamiento.
Hoy hablamos de guerras y quizá no seamos conscientes de que aquí mismo, en estas piedras, ocurrieron cosas que superan cualquier trágica ficción. Bajo el umbral de esta puerta comienza otra historia. Pienso que a estas alturas, podemos decir que Bélmez es un enigma que nos sigue plantando cara y que nos desafía. Desafía incluso a la ciencia. Pero vayamos a la historia: ¿Qué pregunta quedaría por resolver en esta incógnita increible?, ¿Quiénes son las caras y qué representan?, ¿Qué nos quieren decir o qué querían decir a María Gómez Cámara? Nos enteramos hace once años cuando vine aquí por primera vez, de que la familia de María Gómez Cámara había muerto aquí. Prácticamente toda su familia había muerto aquí. Sus sobrinas, su hermana, su cuñado... les contaremos qué ocurrió.
La sorpresa se incrementó al comparar los rostros de esa familia perdida de María Gómez Cámara y las caras más longevas. Lo vamos a hacer con todo el respeto, pero necesitamos saber si esas caras están ahí y son un misterio, ¿a quién representan?, ¿qué significaban para María y qué querían decirle?, ¿cuál es el drama oculto?, ¿cuál es el último secreto de esta historia de por si secreta? Para todo eso hace falta un período de siete días. Yo sé que van a guardar con expectación como nosotros el veredicto de esta nueva parte de la investigación. Les espero para abrir la historia increíble de las tumbas sin nombre.