"En la Antigüedad había una raíz que alimentaba a todo el mundo por igual. La cultura animista del hombre antiguo se concentró en ideas que eran iguales y, sin embargo, no había habido contactos entre las personas. Es como si un mismo mito naciese en la mente humana con unos códigos muy definidos al mismo tiempo con algún sentido y con algún por qué.
Da igual la cultura que sea, todos creyeron que su religión era la única y la elegida. No sabían que todos nos estaban contando la misma historia. Cuando surgieron estas ideas, aparecieron, a su vez, los dioses sembradores. Los expertos hablan de ese inicio del Neolítico cuando llega alguien poderoso y nos dan las herramientas para aprender a sembrar.
¿Qué maestros nos dieron esto? ¿Pudieron ser extraterrestres? Hay quien ha dejado de preguntarse por lo primero de todo porque solo adoran a los dioses pero no se dan cuenta que ellos mismos guardan el misterio de la vida. Todo está en el interior desde el principio de los tiempos".