Era un ejemplo de entusiasmo, de pasión por su oficio y que la maldita carretera se lo llevaba por delante en una circunstancia terrible. Yo no le conocía pero sé que era un seguidor del programa y él tenía amigos en este equipo de La Nave del Misterio. A Javier Pérez Campos le dijo una vez que le encantaría trabajar aquí en este programa, pero no se dio la oportunidad, compañero. Pero desde luego, tu entusiasmo, tu interés, tu pasión… lo dejaste clarísimo en otros programas que has hecho.
Este chico había estado en los países más conflictivos del mundo rodando y le pasa aquí al lado, le puede pasar a cualquiera en un paso de cebra, es que la vida es así, y no acabamos de entenderlo.
Curiosamente, coincidiendo con esta fecha yo me he acordado que hubo otro equipo de televisión muerto con las botas puestas. Teodoro Roda, Alberto Moreno Huéscar y el doctor Félix Rodríguez de la Fuente fallecían una noche como esta, en Alaska, un día de marzo del año 80, y la emoción y la convulsión fue mayúscula en aquel momento. Moría un equipo de televisión, moría, a nivel popular, una persona y nacía un mito.
Hay compañeros, cómo Santi, que se dejan la vida detrás de una cámara, por esa pasión por contarlo, por contar el mundo, por contar lo que pasa. Nuestro homenaje haciendo una especie de clip mítico y emotivo entre los que se marcharon hace 35 años y son leyenda, y estos compañeros que estaban ahí con todo por delante y querían contarlo todo y que de pronto, la muerte se cruzó en su camino…