El cierre de Iker: La fascinación y el miedo de los seres humanos a los tiburones
"Es lógico pensar en la fascinación de ese emisario de los tiempos más profundos de la naturaleza como es el tiburón. ¿Por qué nos impacta? ¿Por qué ejerce una fascinación diferente a otros animales? Para mí, y puede que algunos lo compartan, son emisarios del misterio completo que significa el mar y el océano. Cuando aparece un tiburón de ocho metros en las playas de Gerona, cuando aparece una criatura que no se imaginaba el hombre de hoy, que tiene todo medido, y con sus fauces representa una amenaza... se ha roto la cadena de la lógica.
El mar sigue siendo un territorio de los tiburones, algo como prohibido. El tiburón es prohibido y su mundo también. No le gusta al hombre que haya algo más poderoso que él. Una soberbia, unida con la idiocia del ser humano, que está haciendo que quitemos su sitio a unos seres que estaban mucho antes que nosotros, y que representan toda la fascinación y el miedo que puede tener una criatura viva".