Cierre de Iker: La edad de oro del software español
Ayer me encontré en un quiosco con una sorpresa, está muy crudo el tema de las revistas, todos los compañeros que trabajan en ese ámbito me lo dicen, es una permanente batalla, siempre lo ha sido, pero ahora más, y sin embargo, y como me alegra, sigo viendo que hay nuevas cabeceras, de todo tipo de cosas, y además cada vez más especializadas. Pero una me sorprendió tanto que me llevé el ejemplar a casa. Y por eso claro, ha influido en este comentario. Es un fenómeno muy bonito, muy curioso, se han cumplido 25 años de aquel sueño, verán, ¿saben de qué era la revista? Retroinformática. Retroinformática española, es decir, juegos antiguos o programaciones informáticas antiguas que tuvieron una década prodigiosa en este país, me gustaría dedicar este homenaje a todos los Steve Jobs españoles, a los que nos hicieron soñar. La generación del 70, en la cual me incluyo, reclamamos todo aquello que es la conexión con la infancia, la nostalgia.
Esta revista era un homenaje permanente a una especie de movida madrileña, pero estatal, española completa, que hubo entre 1982 y 1991. Toda España se lanzó al universo nuevo de la informática y hubo auténticos genios. La creatividad podía con todo. Había amigos que después de clase se ponían a programar por amor. Es la misma historia que la de Steve Jobs, Bill Gates sin los garajes californianos, trasladada a España. Las míticas revistas de aquella época daban códigos y la gente comenzaba a programar. Pero fueron sobre todo los jóvenes los que se lanzaron con toda la viveza del mundo y en dos años esos jóvenes de instituto, que habían formado sus propias empresas, que tocaban en el piano bandas sonoras para los videojuegos que vendieron millones de ejemplares, que hacían en los garajes versiones de la Guerra de las Galaxias, España llegó a ser la gran potencia europea del software en la programación de juegos durante diez años, compitiendo con Reino Unido que tenía quinientas veces más presupuesto e instalaciones. Y ¿saben por qué? Porque los españoles somos geniales, tenemos esos golpes de genialidad increíble, luego lo que no hay es estructura, infraestructura, apoyo. Las marcas que surgieron son hoy en día, arqueología. Nos dejaron cientos de juegos, de horas de imaginación. Iban superándose a sí mismos y generaron una vanguardia que no se ha vuelto a dar. La edad de oro del software español. De repente llega el año 91-92, en España está la gloria Olímpica, la EXPO, llegan nuevos ordenadores y todo ese mundo muere, no puede seguir, no había quizás unas bases más sólidas que otros países sí tuvieron. Fue la gente sin dinero, sólo con entusiasmo la que hizo un mundo, y muchos jugadores o internautas hoy, vuelven a conectar con las creaciones de aquellos muchachos de toda España que en los rincones más inverosímiles y que sin ayuda de ningún tipo generaron miles de horas de entretenimiento y grandes juegos de éxito mundial. Es un fenómeno de la chispa que tenemos en España, la capacidad inventiva y que todo el mundo miró con auténtica envidia. Luego, es verdad, que fue como un sueño que se apagó. Rindamos homenaje.