"Hoy, dos formas de acercarse al misterio, nos han contado que bajo las aguas duermen muchos secretos. Conocemos una parte del espacio sideral y, sin embargo, las profundidades siguen siendo ese continente ignoto, el mundo del silencio. Puede pasar casi de todo: A nivel zoológico y a nivel de extraños artefactos. Quería agradecerles cómo se vuelcan, por ejemplo en León y ahora en Sevilla, porque contamos experiencias muy personales, a veces nos autoanalizamos. No queremos que se grave, por vivir al margen de los móviles y de la inmediatez una experiencia diferente que, además, les aviso que las noches del misterio nunca se repiten.
A Carmen le dio por recordar que, cuando yo no había cumplido los once años, mi padre compró una cámara y yo hacía mis primeros programas, entre comillas, de ovnis. Salía yo contando mis historias, que en el fondo se resumían a cuatro libros de ovnis, y Carmen decía que hablaba como Feliz Rodríguez de la Fuente, ese deje que algunos dicen que tengo, pero ya era entonces. Recordé esos programas que hacía de pequeño, uno de los que más recuerdo es cuando descubrí los OSNIS".