Muchas personas me preguntan constantemente: 'oye, hay programas donde van a casas encantadas y pasas de todo y a vosotros ¿Por qué no os pasa?' Esta es una pregunta sobre la que he dado muchas vueltas. Últimamente, además se habla mucho de espectáculo, de televisión, hasta qué punto llega, hasta donde debe estar.
Yo recuerdo, antes de contestarles tal y como pienso resolver esta cuestión, que desde mi tiempo en la facultad yo recuerdo ese debate. Entonces, hace ya muchísimos años, había ya ese debate si la televisión era periodismo o era un espectáculo o qué era. Yo siempre, voy a ser muy sincero, me mantuve bastante en contra de ese purismo. Yo creo que la televisión en un medio como ningún otro para influenciar las mentes colectivas, yo siendo periodista ya ese debate me parecía extraño, porque hay programas que no tienen por qué tener nada de periodismo, cómo en el radio no todo tiene que ser periodismo. Todo cabe en la televisión.
Pero, curiosamente, con el paso del tiempo uno va empleando este medio para su cometido, cómo una búsqueda personal también. Les confesaré que para mí la televisión siempre ha sido un soporte para mostrarles lo que a mí me inquieta de verdad, una ayuda para mi propia búsqueda y yo comparto con ustedes y que podemos ayudarnos mutuamente, es decir, desviarse solo por el camino del espectáculo tiene sus problemas. Y la tele también es espectáculo, también tiene que enganchar al espectador pero no a cualquier precio, me imagino.
Por eso reflexionaba entorno a ese viejo debate cuando me hablan de esos programas que ocurren de todo. Muchos tienen una enorme edición, un gran mérito, un gran sentido del espectáculo realmente pero, quizá, muchas personas que lo hacen no tienen una búsqueda personal real como es mi caso.
En nuestro equipo siempre ha quedado muy claro que no vamos a transmitir, a hacer, a proyectar algo que no esté sucediendo realmente porque sigue existiendo ese pacto sagrado entre lo que nosotros contamos y nuestra búsqueda personal.
Habremos hecho unas 150 investigaciones en exterior y ¿en cuántas de esas noches han pasado cosas? Pues les diré que no en más de 15, y muchas de ellas son sonidos… tampoco ha venido nunca un fantasma a vernos. Eso va en contra del estatus de espectáculo que tiene la tele. Yo mismo, si me guiará solo por mantenerme en televisión o en hacer programas muy espectaculares donde pasa de todo no sería tan necio de a la decimoctava investigación que no pasa nada, seguir contándoles que no pasa nada… pero lo sigo haciendo, y lo seguiremos haciendo porque queremos saber la verdad.
Y por tanto, estamos en otro universo, respetando todo lo que se hace, de todos aquellos donde se rompen objetos, hay muchos sustos, aparecen espectros, las voces surgen en directo… pensamos que eso es otro tipo de televisión.
Los que les puedo decir es que Cuarto Milenio sigue, como le ocurre a su director, buscando la verdad. Las cámaras, lso efectos, la documentación, los invitados… eso no deja de ser un soporte más para aproximarnos a la verdad. El primer interesado en saber si pasa algo realmente en un sitio ese soy yo, por cuestión personal. Si un día eso deja de existir y solo queremos el espectáculo, les aseguro que lo que ocurriría en las salidas y en las investigaciones sería muy diferente. Y hemos tenido 9 años y 400 programas para ir cambiando y no lo hemos hecho porque hemos querido ser periodistas e investigadores.
Me han contado que cosas increíbles que yo por su puesto pongo muy entre comillas y lo dejo como mentira, pero de programas en España donde se disparaba con balines a unas botellas para que en cierta casa encantada estallasen… y cosas de ese tipo. Y uno no lo puede creer, sería una concepción del espectáculo, un concepto bien distinto del que tenemos aquí.
Por tanto, la búsqueda y el aprendizaje, aun a riesgo de que ustedes puedan sentirse algunos aburridos, aburridos cuando vamos a un lugar que sabemos que han pasado cosas, que creemos que pueden pasar pero ni nuestro aparatos, ni nuestra intención, ni nuestra voluntad, ni nuestro despliegue consiguen llevarlo a las pantallas. Mientras tanto, en otras cadenas, en otros programas el misterio acude constantemente. Y yo pienso, ¿cuál es la respuesta?, ¿qué hay que hacer? Y de verdad, que solo me sale esa, seguir siendo honestos, absolutamente honestos.
Creo que ustedes siguen confiando en nosotros, quizá por eso, por llevar 400 programas buscando la verdad junto a ustedes, en este caso, sin ningún concepto de espectáculo. El misterio está por encima, la sensación de búsqueda siempre es lo que prima. Ojalá que algo, que yo creo que existe, se presente algún día y tengamos esa gran fiesta del misterio, de verlo capturado con nuestras cámaras… pero me da a mí que debe ser tan fácil, que eso es mucho más complicado, pero seguiremos insistiendo.
Gracias por estar con nosotros tanto tiempo a pesar de que muchas veces el misterio se escurra entre nuestras manos. Muchísimas gracias y hasta dentro de siete días, amigos.