Soledad...o Mario
Porque podría llevar cualquier nombre, el de tantos que merecen aparecer en lugares preferenciales de los medios de comunicación. Me han conmovido los mensajes de muchos seguidores de "Las mañanas.." que reclaman que hablemos de los problemas reales, de los problemas de los que nada tienen, de los que tenían un proyecto de vida que han perdido, de los que van a Cáritas a que les paguen la luz para que no les echen, de los que piden un plato de comida cuando tenían previsto avanzar en su vida hacia una situación desahogada.
La crisis no ha golpeado a todos por igual. Y aunque Leire Pajín eche mano de las estadísticas del INE para decir que vivimos mejor que en 2004, no podemos ignorar una gran realidad: que la pobreza va por barrios, que afecta a unos sectores más que a otros y que de la crisis hay quien saca beneficio. Lo triste es que contar historias de perdedores no es mediático, no gusta reconocer la realidad y, muchas veces, se inventan historias, se celebra el frikismo porque necesitamos respirar. Lástima que ese aire de los medios responda en muchos casos a intereses inconfesables y no demos algo más de ese tipo de cultura que estimula y aleja de la depresión y que hace que recuperemos el gusto por la vida.
Y es que parece claro que en tiempos de malas noticias necesitamos inventar la realidad, pero la realidad nos persigue y no podemos darle la espalda.