RAJOY SIN COMPLEJOS
Acabo de leer la entrevista que Javier Moreno ha hecho a Mariano Rajoy y he reconocido en él a un auténtico superviviente. El mismo lo dice, ha pasado por todas, ha aprendido y estar mejor preparado que nunca para llevar las riendas de este país. Es verdad que la clara posibilidad de gobernar que tiene le ha dado sosiego y un cierto atrevimiento para avanzar líneas actuación que su naturaleza, también su galleguismo, tenían en retaguardia.
Moreno le aprieta las tuercas sobre todo en los temas económicos, ha hecho números y no cuadran con las previsiones del líder de la oposición, pero prima el interés por las respuestas, que ahora adquieren una mayor trascendencia, y no se ceba en las repreguntas, cuando en algún caso podría hacerlo claramente. No es necesario porque le lleva a un punto en el que el lector capta perfectamente dónde aparecen lagunas e inseguridades y dónde no.
Es curioso ver cómo capea el temporal y cómo, cuando la inacción le va a aniquilar políticamente, le salva por la campana una buena noticia por el lado de algún descalabro del gobierno y vuelve a recuperar el resuello. En este momento y leyendo detenidamente la entrevista tengo la sensación de un imperceptible cambio de rumbo. Anunciar abiertamente que no se compromete a avalar las leyes del aborto y la que permite el matrimonio homosexual, ni siquiera en caso de que no prospere su recurso ante el Constitucional, es una bomba que requiere más de una lectura ¿se lo pide su electorado?, ¿no espantará a un posible votante de centro?. En las recetas económicas no hay más novedad que un endurecimiento de una medidas que, por otro lado, tiene que admitir que ya está aplicando ZP. Ahora Cámeron y sus salvajes recortes sociales,se han convertido en referencia.
En lo que sí es creíble es en que él no responde a nadie (librarse de la influencia mediática de Jiménez Losantos y compañía fue sintomático) y que no es corrupto. Aunque viendo que su electorado no se escandaliza por la corrupción económica, se aventura a avalar a Camps hablando de trajes, cuando el asunto está yendo más allá; incluso llega a ignorar que está imputado...
La derecha está perdiendo los complejos,muy atrás quedó la reivindicación permanente del centro y la moderación. Mariano lo sabe y ha decidido situarse ahí. Por eso, empieza a dar algunas pistas.