Esta vez nuestro objetivo son las cálidas aguas del Caribe. Por eso viajamos hasta Yucatán, en México, en busca de tortugas marinas. Las tortugas marinas están muy amenazadas. Hay 7 tortugas marinas y 6 están en peligro de extinción. Las razones son muchas: roban los huevos de las tortugas, destruyen las playas donde anidan, las pescan… o las matan para usar sus caparazones para decoración. También influye mucho el calentamiento de las aguas y la contaminación.
Después de muchísimas horas de vuelo, haciendo escala en Londres, finalmente llegamos a Cancún. Justo antes de aterrizar, desde el avión, se ven selvas junto al mar Caribe, y de repente el aeropuerto. Al llegar, vamos hasta Playa del Carmen, donde papá tiene que hacer una inmersión para probar el equipo submarino y, con suerte, podrá intentar fotografiar alguna tortuga.
Bueno, parece que no hay ninguna tortuga cerca, pero papá le ha pillado el truco al equipo de buceo. Ahora podremos ir a buscar las tortugas en serio. Vamos a ir a unas islsa donde están los pescadores de langostas, se llaman Banco Chinchorro. Viven allí durante tres meses al año y luego llevan las langostas a la costa para venderlas. Nosotros nos vamos a quedar con uno de los pescadores y vamos a intentar buscar tortugas con su ayuda. Aquí hay muchos cocodrilos americanos, son enormes, aunque, si no nos acercamos demasiado, no son peligrosos.
Vamos a hacer una inmersión, a ver si tenemos suerte. Esta vez yo me quedo en la barca, pero me han dicho que algún otro día podré hacer un bautismo de buceo. ¡Qué ganas!
Papá ya está buceando y nos está diciendo algo por la radio. ¡Ha visto una tortuga! Una tortuga carey enorme comiendo en el fondo del mar, a 35 metros de profundidad. ¡Qué ganas tengo de poder ver una yo también...!
Hoy ha sido una pasada y yo también he hecho snorkel. Es alucinante, he descubierto otro mundo ahí abajo: corales, estrellas de mar, esponjas, millones de peces... Mañana más, ¡pero primero una buena cena! Yo ayudo a doña Berta, la esposa del pescador, a hacer quesadillas.
Hoy volveremos a bucear. Papá acaba de entrar a el agua y justo al lado de la barca ha visto un tiburón. ¡Guau! ¡Qué suerte! Lo ha seguido durante un rato, porque es una especie que no es peligrosa. Ahora sí que me muero de ganas de bucear. Por suerte ahora voy a hacer mi bautismo de buceo, aunque me da un poco de miedo tengo muchísimas ganas de empezar. Al sumergirme, veo miles de peces de diferentes colores, plantas extrañas... Esta es la experiencia más alucinante de mi vida.
Ahora vamos a volver a la costa y esta noche intentaremos ir a ver las tortugas desovar.
Es de noche, en una playa de Yucatán, de repente una tortuga caguama se acerca a la playa a desovar. Vamos con Leonel Gómez el presidente de la Fundación Flora Fauna y Cultura de México y gracias a ellos pudimos vivir un momento mágico. Mientras la tortuga esté en estado de "zen" el equipo de Leonel hacen la miden, ven como se encuentran y se asegura que sus nidos estén bien. Estas tortugas ponen un centenar de huevos para asegurar su supervivencia. Muchas tortugas mueren antes de llegar al mar, y las que llegan se las suelen comer peces y muchas otras especies.
Ya nos queda poco para marchar así que vamos a hacer una última salida. Al poco tiempo de salir, unos delfines han empezado a seguir nuestra barca. ¡Son muy divertidos! Después de navegar durante mucho tiempo, aparece una tortuga al lado de la embarcación. ¡Brutal! La mejor despedida posible de México. Qué pena marchar, bucear por estas aguas ha sido la experiencia más increíble que he vivido. ¡Hasta pronto México!
*Fotografías de Andoni Canela