Hola amigos, desde la última vez que os escribí, continuó la tormenta y no pudimos dar ni un paso, pues los vientos arreciaron y era imposible caminar. A -35º C y con viento de cara, la sensación térmica es de muchos grados menos y cualquier superficie que esté expuesta a la intemperie, es susceptible de congelarse; los capilares sanguíneos no tienen capacidad de calentar esa parte de piel. Ya lo vimos en la cara de Emilio, tenía una sola parte de la cara expuesta al aire y se le quedó blanca.
Por lo tanto, renunciamos a llegar al Polo Norte por tercera vez. Y nos dimos por satisfechos de haber recorrido el último grado (unos 120 kilómetros) con nuestros trineos cargados y alcanzar el Polo Norte. Después, la deriva nos desplazó y al día siguiente volvimos a llegar al Polo de nuevo, aunque luego esa deriva fue tan intensa, que sumada a la tormenta que nos obligó a estar detenidos, llegamos tan lejos navegando con el conjunto del casquete polar, que ya fue imposible conseguir una tercera vez el Polo.
Sin embargo, sí realizamos todos los experimentos que teníamos en nuestro programa y probamos los inventos del trineo-catamarán-piragua.
Sin duda, la expedición ha sido un éxito. Poco a poco se nos irá conociendo más por el mundo, el proyecto Desafío Extremo es muy grande y estamos rondando unos documentales increíbles para la próxima entrega. Cada vez nos acoplamos mejor al programa y, además de las espectaculares imágenes y del reto de resolver la actividad deportiva que nos marcamos, cada vez hay más humor y ritmo. ¡La nueva serie resultará fantástica!
Como os decía, la tormenta nos mantuvo bloqueados pero nos sirvió para conocer el medio ártico mejor y adaptarnos a cualquier situación, por grave que sea. Hay que recordar que estábamos solos y dependíamos exclusivamente de nosotros cuatro para todo. Había que resolver cualquier imprevisto, y surgieron muchos, mientras la temperatura casi nunca subió de - 35º C. Esto templa nervios, te adaptas y te endureces y, sobre todo, coges experiencia. Ya estamos en marcha para nuevas expediciones polares mucho más ambiciosas que espero que os gusten.
El día 24 nos sacaron en helicóptero desde las inmediaciones del Polo Norte
. El helicóptero llegó y nos llevó a la base Borneo. Por las ventanillas vimos la gran cantidad de canales de agua que se han abierto, especialmente por los fuertes vientos que soplan. Incluso desde la altura del helicóptero, a veces, los canales son tan grandes que no se ve su terminación. Según Ramón, nunca vio canales tan inmensos de agua líquida, tanto de ancho como de largo. Así que los inventos que hemos probado son muy importantes para poder avanzar en el futuro cuando alguien quiera moverse por el casquete polar, que cada año esta más destruido y caótico.
Hemos enseñado las fotos de nuestros experimentos con el trineo-catamarán “transformer” y todo el mundo se ha sorprendido, especialmente los exploradores, que cada año se enfrentan a mayores desafíos para atravesar los canales de agua. Pensamos que los resultados obtenidos tendrán muy buen calado en la comunidad científica y sobre todo deportiva, pues es sin duda una manera segura y rápida de avanzar en las travesías en línea recta sin tener que realizar largos rodeos para salvar esas grietas.
Jesús Calleja desde el Polo.