¡Últimas noticias desde el Amazonas! Jesús Calleja, vía telefónica, nos cuenta todas las claves del record de vuelo en distancia y tiempo en globo de aire caliente. La distancia recorrida, definitiva, fue de 77 kilómetros en línea recta sobre la selva del Amazonas, batiendo claramente el record anterior establecido en 30 km. La distancia “real”, en términos de ruta, serían algunos kilómetros más, probablemente superaría los 80 kilómetros. La complejidad del reto es máxima, teniendo en cuenta el escenario en el que transcurre, la selva más inhóspita y peligrosa del planeta.
Se trata del vuelo en globo más largo jamás realizado sobre la selva amazónica. Jesús y el equipo de Desafío Extremo lo han podido llevar a cabo gracias a la maestría, audacia y saber hacer de sus compañeros de expedición, Ángel Aguirre, Miquel Mesegué y Carles Figueras (miembros de Globus Kon-Tiki, empresa especializada en vuelos en globo aerostático), en los que Jesús y Emilio han encontrado unos alter ego ¡igual de temerarios que ellos!
El vuelo lo realizaron dos globos. En uno viajaban Miquel y Carles. En el otro, Jesús, Emilio Valdés (cámara) y Ángel. Finalmente, se comprobó que la distancia recorrida fue de 77 kilómetros en línea recta sobre la selva del Amazonas. El objetivo estaba más que superado, teniendo en cuenta que el record anterior quedó establecido en 30 km. Un récord logrado hace una década por los propios miembros de Kon-Tiki. Nadie se atreve a volar sobre el Amazonas por lo tremendamente radical del escenario. La única posibilidad de aterrizar es el río o las copas de los árboles, y las probabilidades de caer en un lugar completamente remoto e inaccesible son altísimas, por no hablar de los peligros inherentes a la selva. La complejidad del reto es máxima, lo que minimiza enormemente los intentos de vuelo en globo en este territorio.
El aterrizaje sucedió así: el globo pilotado por Miquel y Carles cayó en el río, y pudieron acceder hasta una playita, donde tuvieron la increíble suerte de que una barca, con pescadores norteamericanos, pasara por allí pudiendo rescatarles ¡no se lo podían creer! ¡Esperaban de todo menos asistencia por el río! Mientras tanto, a varios kilómetros de ellos, el globo en el que volaban Jesús, Emilio y Ángel aterrizaba en mitad del archipiélago fluvial más grande que habían visto en sus vidas, en una pequeña isla anegada de agua en el propio Río Negro (principal afluente del Amazonas). Cayeron en medio de la selva, golpeándose con los árboles, hasta que el globo finalmente se detuvo sobre ellos a 20 metros de altura. Tuvieron que rapelar para llegar al suelo, y talar siete árboles para recuperar la cesta y el globo.
Una vez hubieron descendido, comenzaba otra tarea no menos exigente y complicada: transportar, empujar y arrastrar la cesta, la vela y todo el material hasta el río, unos 200 metros de distancia. Allí esperaban el rescate en las lanzaderas (las canoas a motor que han apoyado la expedición por río). Tuvieron que esperar toda una noche para ser rescatados: una noche infernal, en una zona infectada de todo tipo de insectos y animales, y en la que recibieron incluso la visita de un enorme cocodrilo de 5 metros de longitud que “amenizó” la espera del equipo, ya que no mostró ninguna intención de dejarles campar libremente por su zona de caza.
Al día siguiente pudieron reunirse los dos equipos. La conclusión final es que la expedición ha resultado un ¡enorme y rotundo éxito! Y no sólo porque se ha conseguido el récord. Jesús, y todo el equipo, están entusiasmados con esta aventura excepcional, en la que no se les ha regalado nada y en la que todos los vuelos -salvo quizá, el primero- han sido increíblemente complejos y cargados de dificultad.
Un reto conseguido gracias al apoyo inestimable de los miembros de Globus Kontiki, auténticos expertos de vuelo en globo, los únicos capaces de abordar una hazaña como la conseguida junto al equipo de Desafío Extremo.
¡Enhorabuena a todos! www.jesuscalleja.es