Groelandia: Thule, la aldea esquimal más al norte del planeta (1 de 2)
Hola amigos, estoy en Groelandia donde empezare mi siguiente Desafío.
Groelandia es casi tan grande como Europa, pero solo viven 56.000 personas, no existen carreteras que conecten ninguna ciudad o pueblo. En realidad es una gran masa de hielo y nieve de sur a norte, es el lugar mas radical que uno puede imaginar. Pero aquí se encuentran los auténticos cazadores árticos, los Inuits. Gentes adaptados como nadie a vivir en estas latitudes con temperaturas en invierno cercanas en ocasiones a los -50ºC. Aquí me encuentro escribiendo esta crónica, en una aldea llamada Thule, después de necesitar algo mas de tres días para llegar volando en un pequeño avión, teniendo que hacer paradas cada poco para cargar combustible y alcanzar este punto, tan al norte que solo estamos a 1.300 Km. de distancia del polo norte, mas o menos como desde Málaga a Barcelona.
En este pueblo “thule”remoto lugar viven unas 600 personas. Hace pocos años, casi todo el mundo era cazador, pero desde que llegaron los tiempos modernos quedan pocos auténticos cazadores árticos. Han cambiado sus casas de piedra y turba, o de hielo llamados también “iglus”, por unas pequeñas casas de madera, construidas a base de subvenciones del gobierno danés, de quien depende Groelandia como una región mas de Dinamarca. Los Inuits no están satisfechos perteneciendo a Dinamarca y ansían una independencia que posiblemente según referéndum empezara a forjarse a partir del año 2012. Estos esquimales están resentidos también con la base americana que se encuentra a unos 200 kilómetros de este punto.En el año 1951, los americanos instalaron una base en plena guerra fría, para controlar el mundo desde este punto, y la construyeron junto al pueblo Inuit. A ellos nadie les pregunto, simplemente la construyeron con autorización de Dinamarca, y tan solo dos años después tuvieron que irse de sus propias tierras, porque se hizo imposible la convivencia con los militares, y estos simplemente les invitaron a irse, y eso hicieron en el año 1953, viviendo durante un año en sus antiguas tiendas e iglus, a 200 kilómetros de la que había sido su aldea desde tiempos inmemoriales hasta que los americanos les construyeron las casitas que hay en la actualidad. A partir de esa fecha poco a poco la modernidad empezó a introducirse lentamente pero sin tregua.Ahora hay un pequeño aeropuerto con una pista de 850 metros que se construyo en el año 2001, y Dinamarca subvenciona puestos de trabajo administrativos, y aparecieron otros trabajos que poco a poco están terminando definitivamente con la cultura esquimal de los Inuits. Hace tan solo 30 años todo el mundo era cazador y las familias vivian exclusivamente de la caza y eran maestros de este arte manteniendo un perfecto equilibrio con la naturaleza, pues aquí es muy abundante la caza. Las familias eran felices. Ahora hay una realidad diferente, con la modernidad también aparecieron vicios como el alcohol, que esta haciendo estragos, la gente joven no quiere ni oír hablar de caza, y la vida se desarrolla entre dos mundo, pero a miles de kilómetros de las llamadas civilizaciones del primer mundo.El contraste es extraño y nos deja asombrados, los esquimales que hemos contratado nos dicen que en tan solo ocho años ya no habrá ningún cazador.
Por suerte tienen sus normas y son tajantes, como la de prohibir que entren las motos de nieve, pues Thule esta casi todo el año bajo la nieve, y el único trasporte que aquí existe es el trineo arrastrado por perros de nieve.Hay muchos mas perros que personas, y es sin duda el animal protagonista de estas latitudes. Lo peor de esta modernidad, es que ha ido aniquilando las artes ancestrales de la caza y la supervivencia en el clima mas radical del plantea. Nuestro Desafío y objetivo es convencer a cuatro esquimales (que ya lo hemos conseguido) de los más expertos que aun se niegan a tanta modernidad, y viajar de la manera tradicional a los lugares mágicos de caza. Nos dirigiremos al glaciar de Humboldt, que es el mas grande del hemisferio norte y el segundo mas grande del plantea con 100 kilómetros de frente, donde se encuentra una de las mayores concentraciones de osos polares. Los veremos según nos dicen sin ningún problema, es más, habrá que estar muy atentos porque ellos vendrán hacia nosotros, especialmente cuando durmamos atraídos por el olor nuestro y el de la comida. Por el camino que recorreremos íntegramente en trineos arrastrados por perros groenlandeses, atravesaremos la tundra, el casquete polar llamado “Inlandis” y el mar helado. Todo repito con tiros de perros y trineos. Cazaremos focas para alimentarnos nosotros y los perros, y los Inuits cazaran o al menos lo intentaran un buey azmilclero, dentro del cupo asignado para su supervivencia. Yo no soy cazador, y nadie de los que aquí estamos los somos, pero tenemos que vivir y rodar la realidad de lo que aqui ocurre, y la caza para estas familias es imprescindible, es cuestión de supervivencia, no un deporte.