Todas las grietas se han llenado de agua, y en algunas no alcanzas a ver el fondo. Hay grietas de mas de 30 metros repletas de agua que rebosan con tanta fuerza el atracón de agua que lo vomitan, y a su vez crean pequeños ríos por la superficie del glaciar, donde cien metros más adelante aparece un sumidero que se anuncia antes por el extraño y ronco ruido que hace el agua al desaparecer entre sus fauces.
Es como magia: el agua aparece en ríos por encima del glaciar y un poco más adelante desaparece en agujeros sin fondo. La metaformosis del glaciar se ha producido de la noche a la mañana y ahora el glaciar es mucho más azul que el día anterior, y ¡hay ríos! Estamos alucinados, es como si nos trasportáramos a un mundo diferente. Nada es comparable a lo que la fuerza de la naturaleza puede hacer. Nos ha ofrecido un espectáculo que nadie de los presentes habíamos visto.
Mientras estos fenómenos se suceden, los serac siguen cayendo. Trozos de hielo del tamaño de edificios se precipitan al glaciar por el que ascendemos, solo que a una distancia prudencial donde no nos puede alcanzar, pero cuando impactan todo vibra y resuena como en un terremoto. El exceso de agua hace que caigan con más frecuencia.
Aparecen nubes lenticulares, propias de lugares muy venteados, que pasan a una velocidad increíble. Algunas de estas nubes se superponen unas encima de las otras de tal manera que parecen huracanes.
¡Es una locura este glaciar! Qué de cosas vemos, y todas de una magnitud fascinantes. Tenemos todos los sentidos acelerados. La naturaleza ha decidido darse un festín de fuerza y belleza y nos lo está ofreciendo en todo su esplendor, y además seguimos explorando y avanzando en un lugar que son nuestros ojos los primeros que lo ven y lo gozan. No cambiaría esto por nada del mundo.
Solo la intranquilidad de saber si habrá o no paso, y que de al traste con nuestras ilusiones, ensombrece un poco tanto disfrute. ¡Joder! No queremos que este espectáculo termine. ¡Queremos más! Y ese más esta detrás de ese collado.
Seguimos el avance contemplando de todo: ríos, sumideros, aguas azules, piscinas, lagos, derrumbes de rocas, avalanchas, seracs, lluvia, sol, viento, nubes de millones de formas, soledad, silencio, ruidos, temblores, el vuelo del cóndor.Que día para recordar, además hay que sumar que estamos explorando territorio virgen y salvaje.
El OBSTACULO N’ 2, se acerca: 10 minutos, cinco minutos, tres minutos, remontamos el collado, poco a poco desaparece el horizonte de línea blanca, se contornea nuevas formas, son las montañas del otro lado, un valle amplio, con montañas aún más grandes que las de este lado, son monumentales, y ¡por dios que es eso! Es el glaciar más ancho que he visto en mi vida, más bien parece un mar de hielo del que se alza a ver catedrales de pináculos a diez kilómetros de distancia.
En él se vierte más hielo de varios glaciares que convergen todos en éste. ¡Vemos el glaciar Alemania! Pero la visión es estremecedora, no sólo por la magnitud del glaciar, hay que sumarle que está repleto de montañas de una verticalidad casi imposible. Las hay de todas formas, tamaños, con paredes de roca granítica de casi 1000 metros. Auténticos merengues de nieve y hielo. Me gusta una a la izquierda: es el monte Italia y es la más monstruosa de todas, aunque distingo una llamada Jano que no es comparable a ninguna que viera antes. También divisamos la más alta de la Cordillera Darwin que lleva este nombre: Darwin. En este momento deja de llover y nevar, y el cielo a esta parte de la cordillera se abre. Amigos: aunque no pasáramos de este punto habría merecido la pena todo el esfuerzo y sufrimiento, es de una belleza colosal. Y para mayor regocijo nuestro: ¡¡Hay paso!! Encontramos una morrena lateral por la parte izquierda que nos deja llegar al glaciar Alemania, pues de frente es un muro vertical inaccesible en el que sólo cae una gigantesca cascada de agua que inmediatamente se la come el glaciar y desaparece. ¿A dónde ira tanta agua? Fotos, felicitaciones, alegría desbordada. Podemos continuar. El OBSTACULO Nº 2, esta resuelto. ¡La aventura continua!