Hola amigos internautas, ya estamos de vuelta en casa después de la ascensión al Kilimanjaro, que está dentro del programa Desafío Extremo. Como sabéis, tenía que llegar a su cima para completar el proyecto de las siete cimas más altas de todos los continentes.
A decir verdad su ascensión fue muy sencilla, a pesar de tener casi 6.000 metros de altitud, y os preguntareis: ¿qué desafío es ese?, pues simplemente, que es la cima más alta de África y por lo tanto tenia la obligatoriedad de ascenderlo.
Me ha venido muy bien para recuperar mis maltrechos huesos después del porrazo que me dí en Marruecos entrenando para el Dakar en moto. La verdad es que ha sido una cura milagrosa, porque me encuentro cada día más recuperado y fuerte para encarar el resto de Desafíos, que esta vez, sí que serán extremos.
Pero en cuanto a belleza, pocas montañas se pueden equiparar al Kilimanjaro, pues es increíble que exista un volcán, todavía activo en mitad de la sabana africana llena de vida salvaje, y sin cordillera alguna. Es un gigante solitario que derrocha belleza por donde lo mires.
Se dan todos los paisajes posibles: junglas, bosque alpino, matorral, plantas únicas, desierto de altitud y zona de hielos.
Amigos hemos disfrutado mucho de esta ascensión, y sobre todo me ha cargado las pilas, para encarar las próximas aventuras.
Estar atentos que en dos días os contare el próximo Desafío Extremo, que podéis seguir desde esta web.
Saludos también de mi hermano Kike, mi amigo y cámara Emilio Valdés, y por supuesto de Marcos, que me ha ayudado tanto en mi rápida recuperación.
Jesús Calleja desde mi querida tierra leonesa.