En estado de alerta
Un F3 puede originar en su interior vientos de más de 300 km/h. Puede arrastrar árboles, tejados, camiones, y un sinfín de objetos que se convierten en metralla lanzada a cientos de kilómetros por hora... Amigos: cuando uno ve uno de estos gigantes aproximarse, toma conciencia de la marcianada y lo peligroso que es tratar de meterse dentro de uno de ellos.
Tras nuestra visita a los aviones de la NASA de la que os hablaba en mi última crónica, los meteorólogos nos enseñaron en el mapa lo que se aproximaba, ese primer frente que llegaría horas después. El nivel de tornado había ido bajando de 15 a 5, y luego a un 2% de probabilidades de que se formaran. Era una pequeñita mancha, pequeña para lo que suele ser por aquí, y que apuntaba hacia el Oeste como lugar en el que se formaría la tormenta. Fuimos todos hacia allí (los camiones con radares Doppler, los cazatormentas... el pequeño convoy que se mueve persiguiéndolas, y que tienen sus ojos especialmente puestos en nosotros, ya que solo nuestro equipo puede atravesarlos) y ya por la tarde comenzaron a formarse unas nubes muy redondas, casi aplastadas... Parecen pequeños huracanes que van girando. Cuando esto se produce, es que arriba hay rotación, se forma una célula que da lugar a un mesociclón: como un pequeño huracán que se forma en las capas altas de la atmósfera y que acumula tanta energía que la libera en forma de tormentas muy fuertes y tornados.
Bien, esta nube, que ya apuntaba que no era normal, cada vez se hacía más grande, y rápidamente decidimos salir a perseguirla. En esos momentos, cuando se detecta que la cosa va a más, hay desbandada general: cada coche, o camión del convoy decide dónde será el mejor lugar para ir a buscar la tormenta, o el tornado. Nosotros fuimos hacia el Oeste, derechitos a por ella. Primero, cómo no, comenzó el granizo a aporrearnos de una manera increíble: como se puede ver en el vídeo, tuvimos que grabar con casco ¡y corriendo, que no veáis lo que duele cuando impactan y son de este tamaño!
Íbamos en el 'Casa de Perro', entre el granizo y la lluvia cuando de repente Sean frena y nos dice: “¡al TIV, hay un tornado!”
Vimos cómo una manga empezaba a bajar del cielo, y se formaba un cono, más ancho por arriba y que se afilaba en la punta. Primero era una cuerda (no tocaba tierra) de repente se ve cómo sale una corriente inversa, el cono empieza a bajar, se une y ya está formado el tornado. Luego, dependiendo de la intensidad y la fuerza que tenga, sube baja, se hace, se deshace, se tira una milla destruyendo, luego se va para arriba... Son muy erráticos, aunque más o menos siguen el mismo patrón en su trayectoria: van como en paralelo, hacen curvas serpenteantes hacia derecha e izquierda pero ves que avanzan más o menos de manera rectilínea.
Intentamos como locos ir a meternos dentro de él. Cuando le vimos era un F1 y en minutos pasó a F2 (en un F2 los vientos en su interior pueden ser de 200 km/h) y fue creciendo hasta F3. ¡Es muy difícil interceptar su trayectoria! Su velocidad de traslación era de 70 km/h, aproximadamente. Le seguíamos primero por carretera y luego a través de caminos, a 100, 110 km por hora por terreno de barro, granizo, arcilla... así hasta que el TIV se cruzó dos veces, una de ellas muy violenta, y tuvimos que aflojar. Por eso no pudimos interceptarlo, pero sí estar muy cerca de él, y filmarlo muy bien.
El impacto que nos ha causado a Emilio y a mí esta primera experiencia como “cazatornados” la verdad que ha sido grande, porque ahora sabemos exactamente a qué nos enfrentamos: a la posibilidad de que impacte contra nosotros un árbol de varias toneladas a 350km/h, o un camión que salga un camión del tornado, o una cosechadora, o una furgoneta, o un tejado, o una vaca... y lo sabemos porque lo hemos visto, cuando nos hemos acercado a la zona de la destrucción.
En apenas 15 segundos, aerogeneradores (a medio millón de dólares cada uno) destruidos o dañados estructuralmente, camiones de gran tonelaje destrozados, tejados enrollados por la velocidad del viento en rotación, camionetas de 2 ejes colgadas en árboles, un montón de reses muertas que han salido volando arrastradas a kilómetros de distancia... todo, como su hubiera caído una bomba. Y la mayor parte de los daños son por lo que arrastra y mueve el tornado, como por ejemplo rocas de cientos de kilos que va golpeando contra todo... todo lo que arrastra se convierte en un misil. La familia de la granja que fuimos a visitar y que el tornado había devastado salvaron la vida porque el chaval estaba algo mosca con las nubes y atisbó a ver el tornado entre la cortina de granizo! Eso les salvo la vida a todos, que corrieron a meterse en el refugio anti-tornado. Nos lo han contado todo a cámara, nos decían que por mucha tecnología que exista, a o ser que estés pegado al televisor viendo por dónde avanza, no te das cuenta hasta que está encima de ti (porque a un tornado no se le oye venir) y menos aún si viene camuflado entre el granizo.
Y esto ha sido un tornado F3, en el que por un pelo no nos hemos metido dentro. Y ahora nos preguntamos qué vamos a hacer cuando nos metamos de verdad! tengo que plantarme delante de él, bajar la suspensión, los flaps, los anclajes... todo esto muy rápido, y luego a ver qué coño pasa, porque hemos visto trozos de viga atravesados en acero de mayor grosor que nuestro blindaje. Son muchas las variables (velocidad, la intercepción, el anclaje, los tiempos a respetar para que se vacíe el tornado si ha pasado por una granja, o un bosque...).
Sean dice “que esto es así”. Que ha estado ya dos veces en uno de estos de F3 y con ésta puede ser la tercera... Y es que el “monstruo” está casi aquí: a partir de pasado mañana llega una línea frontal brutal que llega desde el Pacifico y con aire muy frío del Ártico, que va a chocar con una masa de aire muy caliente y muy húmeda (estamos ya con 80º de humedad) que viene de México. Vamos a pillar justo la línea de choque, justo en el lugar del impacto de estas dos líneas, que es donde se va a crear una serie de células enormes de tormentas, y mesociclones. Ayer, con un 2% de probabilidad, se formaron 4 tornados en una extensión enorme. Ahora se cuenta con una frecuencia de 60 tornados. Tienen claro que van a subir a F4 e incluso puede que suban a F5. Y lo más excepcional, es que puede estar así ¡una semana seguida! Lo que vimos el pasado sábado viene a ser, para que os hagáis una idea, una tormenta de verano en... León, por ejemplo, si lo comparamos con lo que llega pasado mañana. Que va a ser como si una extensión prácticamente del tamaño de Europa se llenara por completo de círculos de unos 50 km de diámetro y dentro de ellos una proporción de 60 tornados. Así es lo que se espera.
¡Eso sí! La filmación va a ser excepcional: Emilio con su cámara y Sean con la de IMAX, van a estar ambos en la cúpula, grabando entre los dos. Lo que saldrá en la peli de Imax de Sean será lo mismo que saldrá en Desafío Extremo. Nuestra presencia aquí ha financiado, además, esta temporada de tornados, y los valiosos datos científicos que recabemos servirán para entender mejor la mecánica de estos destructores fenómenos y prevenir a la población. Así que estamos orgullosos de ayudar ¡y de qué manera, amigos!
Ahora mismo los partes apuntan hacia Nebraska. Mañana decidiremos el rumbo definitivo, y pasado mañana puede empezar la juerga de verdad.