Hola amigos; os escribo desde el noroeste de India, exactamente desde un pueblo llamado Leh, capital del valle del Ladakh, a tan sólo 100 Km de Pakistán y 60 Km del Tíbet ocupado por los chinos.
En este remoto lugar situado en el centro de la cordillera del Himalaya, existe en la actualidad un conflicto armado entre India y Pakistán librando una batalla desde hace muchos años por la disputa de un glaciar llamado Siachen, con puestos de combate a casi 7.000 metros de altitud, una auténtica locura sin razón. Aunque bien es cierto que en los últimos años están las cosas tranquilas.
Aquí se encuentra uno de los pueblos mas aislados de la cordillera del Himalaya y quizás del mundo: Los zanskaries.
Habitan en un valle en el corazón de la cordillera del Himalaya, y durante los meses de invierno están totalmente aislados y sólo se puede acceder a ellos a través de un río muy bravo. En invierno se congela y se convierte, salvando innumerables obstáculos, en la única vía de comunicación y mercadería con el valle vecino del Ladakh.
Este está siendo mi Desafío Extremo ahora mismo; quiero conseguir llegar a este remoto lugar a través de esta ruta llena de trampas y peligros, a temperaturas nocturnas de entre -30 y -40 grados bajo cero, y estar durante varios días completamente aislado sin pueblos ni habitantes en las gargantas gélidas por las que discurre este caudaloso río.
En verano baja con un gran caudal, recogido de los glaciares del Himalaya, y es imposible de transitar, pero que en invierno, debido a esas temperaturas bajo cero se hiela y se convierte en la única vía de acceso para las 3.000 personas que habitan al otro lado del valle. Son las personas rudas y fuertes, adaptadas a la hostilidad de los rigores invernales del Himalaya. De este lugar se oyen muchas leyendas de yetis, fenómenos mágicos y una cultura que ha sabido desarrollarse al margen de la evolución occidental.
Allí el tiempo se ha detenido, y me esperan muchas sorpresas; monasterios ubicados en lo alto de riscos, lamas con sus rituales mágicos, montañas sin nombres, y sobre todo un mundo de hielo y de un frío atroz.
Quiero realizar esta expedición como lo hacen los zanskaries, los únicos que se enfrentan al río helado y las gargantas blindadas de muros de roca donde nunca llega el sol, es decir: sin tienda de campaña, durmiendo en cuevas o al raso, sabiendo que me esperan temperaturas de entre -30 a -40ºC. El cámara y amigo Emilio Valdés y yo tendremos que buscar leña para calentarnos, y sólo nos ayudará por un grupo de zanskaries que nos acompañan para portear el equipo. Será una experiencia inigualable.
Estar atentos a las siguientes crónicas que intentaré enviar con el equipo satélite si las ondas consiguen traspasar los muros de roca que se desploman verticalmente sobre la garganta del río helado.
Desde el gélido invierno en el corazón del Himalaya, Jesús Calleja.