Hola Amigos,
La decisión, triste, ya está tomada. Nos volvemos a casa. Hemos estado toda la mañana en comunicación con nuestros sherpas, que subieron ayer para comprobar los estados del campo 1 y campo 2, y todos coinciden en que el ataque es imposible.
Al final, la decisión debo tomarla yo, sabiendo, además, que al ser mi grupo de sherpas el más numeroso, la opción que tome afectará a las otras dos expediciones: a los chicos de Castellón y al indio, que ha venido sólo con dos sherpas.
Cuesta mucho abandonar un proyecto en el que has invertido tantas horas y sacrificio, y por qué no decirlo, tanto dinero. Pero la seguridad de los sherpas, que son quienes realmente se la juegan, es lo más importante. Y todos coinciden en que es un suicidio. Hay tanta nieve en la montaña a causa de este terrible monzón que nos ha tocado, que las avalanchas caen como torpedos. En el día y medio que los sherpas han estado batallando en los campos de altura les han caído dos muy cercanas. La última a sólo diez metros.
Hay demasiadas amenazas y riesgos, y eso sin haber siquiera conseguido instalar el campo 3. Ha sido una lucha titánica contra una montaña, que, la verdad, este año no ha dado opciones. Sabemos que el monzón ha afectado a otros ochomiles. En el Manaslu, por ejemplo, ya han abandonado casi todos los equipos. Juanito Oyarzabal me ha contado él mismo, esta mañana, que ellos también se vuelven. Se quedan pocas expediciones, entre ellas la de ‘Al filo de lo imposible’, para tratar de apoyar la ascensión de Edurne Pasaban, que trata de ser la primera mujer en pisar las cumbres de los 14 gigantes. Van para arriba más de cincuenta personas, entre expedicionarios y sherpas. Le doy todo mi cariño, apoyo y ánimo a Edurne. ¡Ojalá lo consiga!
Pero hay que saber reconocer a tiempo la derrota, y lo importante, repito, es que ahora tengo a todos los sherpas de mi equipo en el campo base, decepcionados y tristes, aunque sanos y a salvo. Ha sido terrible escuchar como me pedían perdón por no haber podido remontar el campo 3, encima del esfuerzo y el riesgo que asumen por nosotros.
Otra vez será. Yo no me quito de la cabeza lo que me dijo el lama. En su visión percibió que en mi vida tengo que afrontar 3 grandes peligros. Dos ya los he pasado, ¡espero que el tercero se quede enterrado en esta montaña! Vamos a recoger el campamento avanzado en el que estamos y bajaremos en los próximos dos días al campo base, para desde allí volar en helicóptero hasta Luckla, y luego vuelta a casa. Amigos, ¡nos vemos pronto!
Jesús Calleja desde un Makalu inaccesible