En este punto la aventura no ha hecho más que comenzar. Queremos adentrarnos en un territorio desconocido, que nunca antes se ha visto. Es la parte norte del monte Caledonia. Descenderemos por la vertiente opuesta al ascenso y alcanzaremos una locura de glaciares donde tenemos que encontrar una ruta de descenso, hasta llegar a un inmenso lugar llamado glaciar Alemania, nunca jamás explorado. Por aquí buscaremos la ruta de salida hacia el mar, donde daremos las coordenadas vía teléfono satélite al velero que nos estará esperando en el canal de Beagle.
Sólo disponemos de fotos satélite, ni siquiera de mapas, y lo que podemos ver en esas fotos es de una belleza increíble, pero nos atenaza un poco en el “marrón” en el que nos vamos a meter. Ni siquiera sabemos si existirá una ruta de salida, será pura aventura de exploración de un territorio virgen en pleno siglo XXI.
Es de suponer que alcanzaremos algún punto donde el velero nos pueda rescatar, y llevarnos de nuevo a Ushuaia. Allí descansaremos tres días, y aprovecharemos para estibar de nuevo el velero y empezar una de las aventuras con las que he soñado toda mi vida: alcanzar la Antártida a bordo de un pequeño velero, cruzando el cabo de Hornos y el mar de Drake. Sin duda, uno de los mares más peligrosos del mundo, con olas de hasta 15 metros que pueden hacer que toquen las velas en el mar. Aquí se nos unirán para ayudarnos en esta expedición nuestros amigos Nacho Vidal y María March.
Será una travesía muy dura físicamente, pues el mareo estará asegurado, pero la adrenalina nos manará por todos los poros. Una vez alcanzada la Antártida, la idea es encontrar algún punto para desembarcar en la Isla Livingston por la parte norte y atravesarla caminando hasta la parte sur, donde se encuentra la base antártica española. Por el medio de esta isla encontraremos una cordillera montañosa donde pretendemos escalar alguna de estas majestuosas montañas. También tenemos claro qué nos impulsa esta exploración: el conocimiento de nuevos lugares a pesar de estar en sitios tan remotos como la Antártida. Los datos que obtengamos se los cederemos a los científicos de la base española Antártida.
El velero nos recogerá en la base española, para luego continuar el viaje por los canales helados repletos de icebergs del archipiélago de Palmer, donde intentaremos de nuevo desembarcar en algún punto, bien en la península antártica o en alguna de sus muchas islas. Todo dependerá de las condiciones climáticas y la banquisa de hielo, pues en estas latitudes tienen decenas de metros y así decidiremos nuestro objetivo, que sin duda pasa por intentar alguna otra escalada y exploración en lugares remotos. Después dejaremos que la Antártida nos sorprenda con otros posibles retos, pero hasta estar allí no lo sabremos.
Después de realizar todas las actividades antártidas y ya metidos en fechas conflictivas, climatológicamente hablando, emprenderemos el retorno de nuevo por los mares más radicales del planeta en nuestro pequeño velero, no sin antes intentar un desembarco en la isla Elefante -algo tremendamente difícil- para fotografiar y filmar la isla donde se tuvo lugar uno de los casos de supervivencia humana mas increíble: la expedición Sakelton.
Estas dos increíbles aventuras comenzarán el día 9 de enero, cuando partiremos desde Madrid a Ushuaia, y finalizarán en el mes de marzo. Tendréis información puntual siempre que me sea posible conectarme al satélite para enviaros fotos y crónicas.
No os las perdáis amigos, ya que, sin duda algunas, estas aventuras van a ser alucinantes. No os perdáis la próxima temporada de Desafío Extremo, aquí, en Cuatro.
Vuestro amigo, a punto de encaminarse al fin del mundo.
Jesús Calleja