La primera vez que vimos aparecer el Hashtag #DeteleUber en redes sociales fue tras el veto migratorio de Trump. Los taxistas neoyorquinos convocaron una huelga en los aeropuertos en señal de protesta, y ese mismo día Uber anunció no sólo que seguiría trabajando, además no aplicaría las subidas de precio.
Ahora ha sido un post que Susan Fowler, una exempleada, ha colgado en su página web lo que está haciendo temblar los cimientos de la compañía. El texto explica cómo los responsables de recursos humanos de la compañía minimizaron sus denuncias por el acoso sexual que sufría de su jefe. El post ha revitalizado la campaña de boicot a la compañía.