El soul irresistible de Curtis Harding
Exterior noche. Un hombre negro camina por una calle de Detroit. Ha empezado a llover y se cubre la cabeza con una gorra de cuero marrón que deja su nuca al descubierto. Viste pantalones anchos de color granate y las botas parecen quedarle grandes. Sus pasos son confusos mientras se va ajustando la chaqueta de punto gris que le llega a las rodillas. Desde la otra acera le escucho canturrear "Keep On Shining", de Curtis Harding.
La escena imaginada parece real, pero ni estamos en Detroit, ni Curtis Harding había nacido en los años 60 del siglo XX, cuando nuestro personaje se dirige despreocupado al nuevo local de moda en Husting Street.
El debutante Curtis Harding (Michigan, 1979) podría ser ese hombre. Una suerte de boa constrictor con la fuerza suficiente para deglutir los restos incandescentes de las grandes estrellas de la Motown y transformarlos en alimento nuevo con etiqueta añeja. Su voz cálida arde entre guitarras de garaje y no renuncia a ese toque sucio y sensual que lo vuelve irresistible. Como tantas otras figuras del género, las raíces familiares hundidas en el gospel le marcaron el camino. Y como las serpientes, mudó su piel del rap al soul.
Soul Power (Burger Records, 2014) es un sugestivo hallazgo. Su lado más salvaje sedujo al instante al francés Hedi Slimane. El director creativo de la casa Yves Saint Laurent es, además de un fotógrafo reconocido (Lou Reed, Bryan Ferry, Amy Winehouse o B.B. King han posado para él), un rastreador nato de talentos musicales. Su obsesión le guió hasta el joven compositor y convirtió a Harding en el primer artista del Saint Laurent Music Project junto a la modelo del momento, Grace Hartzel.
Hay un lugar carente de forma y dimensión solo reservado a los espíritus inquietos, traviesos y agitados que van y vienen del pasado. Harding procede de un espacio suspendido en algún acorde abandonado en el tiempo. Quizás desde allí invoque a Barret Strong, Curtis Mayfield o Smokey Robinson para abrir surcos de puro soul, mientras tararea "Keep On Shining" bajo la lluvia en una calle de Detroit. James Brown gritaría "I Feel Good".