La carpa se ha convertido en una auténtica máquina del tiempo. Jesús Vázquez y el jurado se han convertido en modernos de los años 80 para explicarles a los pasteleros que estaban a punto de viajar al pasado. La Prueba de Autor consistía en reinterpretar la clásica tarta San Marcos y hacerlo como se hacía en los ochenta, sin electrodomésticos. Sí, en los años 80 no existía ni el microondas ni el robot ni el abatidor y los pasteleros se han echado las manos a la cabeza. Tenían que montar nata y trufa y tenían que hacerlo a golpe de muñeca. Viviendo en los años 80 Sonia se ha sentido feliz y ha demostrado que el buen rollo con sus rivales era posible. “Estás hasta más guapa”, le ha dicho Jesús Vázquez al verla sonreír.
Tras viajar al pasado en la Prueba de Autor, los pasteleros se han enfrentado a un choque de realidad en la Prueba Técnica. Tenían que enfrentarse a la elaboración de uno de los postres de moda del momento y para ellos contaban con una receta en japonés y la ayuda del gran chef Takashi Ochiai. Los concursantes han alucinado, pero se han puesto manos a la obra y han disfrutado muchísimo con la clase práctica del gran maestro japonés. Bueno todos igual no, David ha confundido la harina de arroz con la maicena y ha tenido serios problemas para seguir el ritmo. Aunque sus rivales han tenido la sensación de que se estaba pasando de lista porque ha preparado los peores mochis de la prueba, Sonia ha disfrutado muchísimo de la elaboración porque es amante de los mochis de Takashi y ya los había preparado en casa.
Los concursantes tenían que atreverse con una tarta de tres pisos muy del futuro y Sonia parecía encantada de haber sido elegida por Rubén para formar parte de su equipo, pero cuando las cosas han empezado a ir mal, la cosa ha cambiado. El equipo de Steffana ha presentado una preciosa y riquísima tarta que ha impresionado al jurado, mientras que el equipo de Rubén se ha tenido que conformar con una tarta de estética ochentera que de wow tenía muy poco. Había trabajado juntos y no en equipo, y eso se ha notado. Begoña se ha enfadado muchísimo y ha comenzado a reprocharle a Sonia su actitud, algo que la joven no ha soportado. Está cansada de que la carguen con todas las culpas y no está dispuesta a soportarlo más.
Begoña ha tenido la sensación de que Sonia no se había esforzado lo suficiente en la Prueba Wow por equipos y antes de mancharse le ha dado un consejito. La expulsada parecía hacerlo con la única intención de ayudar, pero Sonia no se lo ha tomado nada bien. Está cansada de que la traten bien o mal en función de cómo venga el aire y tiene claro que ella se lleva bien con quién quiere y no con quién le digan. Sonia se ha venido arriba y está dispuesta a afrontar el próximo programa con rabia “Estoy harta de las manipulaciones, de las medias tintas, de las falsedades y poco a poco se va viendo como es cada persona”.
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