Con tan solo 18 añitos y con la ilusión de escribir su propio libro de recetas, David ha llenado la carpa de ‘Bake Off’ de ilusión, risas y travesuras. Ha demostrado que la edad no tiene nada que ver con ser un gran pastelero, ha jugado con estrategia y ha llegado a la final del concurso por méritos propios. David se ha convertido en el tercer finalista y ha ganado un estupendo robot de cocina Kenwood.